Edgar C. Otálvora y Luis Alberto Lobo, el 11MAR07, en Mampote, Venezuela. |
El 25FEB95, una banda de guerrilleros del Eln atacó el puesto de la Infantería de Marina venezolana en Cararabo, a orillas del rio Meta, torturando y masacrando a una decena de soldados. Con este hecho se inició un tenso periodo en las relaciones entre Colombia y Venezuela.
Por aquellos días, en la Cancillería colombiana laboraba
como Secretario Técnico de las Comisiones Fronterizas, un economista llegado
del fronterizo departamento Norte de Santander. Su nombre era Luis Alberto Lobo
Peralta y jugó un papel de primer orden, actuando como enlace directo y
confidencial con la Embajada de Venezuela en Bogotá, para atender múltiples
problemas fronterizos, de seguridad, comercio, tránsito de personas y tantos
otros que diariamente amenazaban con enrarecer las relaciones bilaterales.
Después, en 2004, cuando Álvaro Uribe Vélez designó al
cucuteño Enrique Vargas Ramírez como Embajador en Venezuela, Lobo fue enviado a
Caracas en calidad de Ministro Plenipotenciario, segundo de la misión
diplomática y mano derecha de Vargas. Lobo era, sin duda, el colombiano con
mejor conocimiento directo de las relaciones entre los gobiernos de Venezuela y
Colombia a lo largo de dos décadas. En Caracas le tocó la tarea de mantener
abiertos los canales de comunicación operativa con el quisquilloso aparato
diplomático chavista.
El pasado 28DIC14, durante un viaje a Mérida, Venezuela,
Luis Alberto falleció por un infarto cardiaco. Murió un gran colombiano que,
además, vivía y sufría a Venezuela. Con tristeza debo reseñar la muerte de
quien fue mi contraparte oficial colombiana, quien con el pasar del tiempo se
hizo mi amigo y el de mi familia. Dios seguro lo tiene en su Gloria.