Informe Otálvora del 11 de enero de 2020
Efectivos militares en las afueras del Palacio Legislativo controlan el acceso de diputados el 05ENE20. Foto: video Telesur |
Con el abierto apoyo del gobierno
de Rusia, el régimen chavista intenta crear un escenario en el cual
internacionalmente se ponga en duda la Presidencia que ejerce Juan Guaidó sobre
el poder legislativo venezolano que sustenta, además, su posición de Presidente Encargado del
Ejecutivo.
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El 05ENE20, las fuerzas militares
controladas por Nicolás Maduro establecieron un férreo control al decimonónico
Palacio Federal, situado en el centro de Caracas, que es asiento de la Asamblea
Nacional. Mediante una decena de puntos de control localizados algunos a
centenas de metros del edificio, tropas de la Guardia Nacional se proponían
dificultar el acceso a la zona mientras grupos paramilitares hostigaban a los
corresponsales de prensa que intentaban cubrir los eventos. Según reconoció el
propio gobierno, los militares tenían como misión impedir el acceso al Palacio
Federal de un grupo de diputados opositores. El propósito obvio era quebrar la
mayoría disponible por Guaidó para ser reelecto. Pero, en todo caso, el régimen
procuraba crear una situación de caos que facilitara la realización de una
sesión parlamentaria sin control de Guaidó y de la cual emergiera un eventual nuevo
presidente afín a Maduro. El objetivo central del régimen es crear la sensación
de una dualidad de jefatura en el poder legislativo.
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Contrastando listados elaboradas
por el gobierno, los militares sometían a escrutinio a los diputados que
intentaban entrar al edificio del Parlamento. Según la periodista Madelin
García del canal castrochavista Telesur, los militares fueron provistos de
listados contentivos de diputados “que tenían allanada su inmunidad, algunos
con orden de captura, se les investigaba por eje por el intento de golpe de
Estado del #30A.” Es decir, los militares tenían órdenes de no permitir el
ingreso de diputados que son objeto de persecución política por el propio
régimen. Sin precisar quien la emitió, la periodista García informó que “había
una orden de no dejarlos ingresar pero con ellos @jguaido quien insistía o
todos o nadie”.
Al final del día 05ENE20, Guaidó
resultó reelecto como Presidente de la Asamblea Nacional en una sesión
realizada en los espacios del diario El Nacional al este de la ciudad. Un centenar
de diputados que superaban el mínimo necesario de 84 votos, se pronunciaron
nominalmente a favor de Guaidó. Pero previamente en el salón de sesiones de la
Asamblea Nacional, parlamentarios del partido chavista PSUV en connivencia con
una decena de diputados electos por la oposición, simularon la realización de
una sesión parlamentaria, sin conteo de los asistentes y sin realizar una
votación, al cabo de la cual anunciaron la elección del diputado Luis Parra
como supuesto nuevo Presidente de la Asamblea. Parra fue inmediatamente
reconocido por Maduro y con auxilio de la tropa tomó control de las oficinas
protocolares de la Presidencia del parlamento.
Poquísimas horas después, en la
mañana moscovita del 06ENE20, la cancillería rusa emitió un largo comunicado en
el cual afirmaba que “El 5 de enero, en Venezuela se efectuó la estipulada por
la legislación transferencia de la presidencia rotatoria en la Asamblea
Nacional. Ahora la encabeza el representante de la oposición Luis Parra. Interpretamos
la elección del nuevo dirigente del Parlamento como un legítimo procedimiento
democrático que contribuye a reinsertar las luchas políticas en Venezuela en el
marco constitucional”. Quedaba en claro que Rusia, el principal acreedor del
régimen chavista y uno de sus sustentos de apoyo internacional, formaba parte
del montaje. Si bien el vocero del Ministerio de Exteriores de China no mencionó
a Venezuela en sus ruedas de prensa diarias, las agencias de noticias del
gobierno chino comenzaron a referirse a Parra como presidente de la Asamblea
Nacional. En suma, el régimen chavista con el activo respaldo de la diplomacia
rusa y cubana está intentando imponer la tesis de la existencia de un nuevo
presidente del legislativo venezolano.
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Con el apoyo de Bolivia, Costa
Rica, Ecuador, Uruguay, Francia, Italia, Alemania, los Países Bajos, Panamá,
Portugal, España, Suecia y del Reino Unido, y con la sola abstención de
Uruguay, el Grupo de Contacto Internacional para Venezuela emitió un comunicado
en 09ENE20 en el cual se refería a la maniobra de Maduro. “La elección de Luis
Parra no puede considerarse legítima ni democrática” afirmaba el texto. Ese
mismo día, el español Josep Borrell actuando en calidad de Alto Representante y
vocero de la Unión Europea emitió un comunicado oficial expresando que “la
Unión Europea considera que la sesión de votación que condujo a la
"elección" de Luis Parra no es legítima, ya que no respetó los
procedimientos legales ni los principios constitucionales democráticos. La UE
expresa su pleno apoyo a Juan Guaidó como Presidente de la Asamblea Nacional”.
Resalta la mención expresa a Luis
Parra y la calificación de ilegítima a su pretendida presidencia en ambos
documentos elaborados bajo inspiración europea que busca contraponerse a la
tesis que promueve Moscú.
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Los cambios de orientación
política en diversos gobiernos del Continente están impactando en la
conformación de las alianzas que respaldan internacionalmente al “gobierno” de
Juan Guaidó.
El nuevo gobierno de Argentina encabezado
por Alberto Fernández, en su afán de mantener líneas de contacto con EEUU y
Brasil, hace esfuerzos por no mostrarse como un aliado incondicional de Maduro pero claramente abandonó la posición de
activismo internacional que su predecesor Mauricio Macri había impulsado contra
el régimen chavista. Sin separarse aún del Grupo de Lima, la cancillería de Fernández
en manos de Felipe Solá se negó a suscribir los comunicados emitidos por el
Grupo que condenaron “el uso de la fuerza y las prácticas intimidatorias contra
los parlamentarios de la Asamblea Nacional” y saludaron la reelección de
Guaidó. La cancillería argentina emitió en solitario un comunicado calificando
como “inadmisibles para la convivencia democrática los actos de hostigamiento
padecidos por diputados, periodistas y miembros del cuerpo diplomático al
momento de procurar ingresar al recinto de la Asamblea Nacional, para elegir a
las nuevas autoridades de su junta directiva”. Argentina, al igual que el
gobierno mexicano de López Obrador, optaron por desmarcarse de la maniobra del
régimen chavista pero sin distanciarse mucho. De hecho a las pocas horas de los
sucesos en Caracas, la dirección de ceremonial de cancillería kirchnerista
emitió una comunicación dirigida a Elisa Trotta Gamus, la enviada de Guaidó en
Buenos Aires, notificándole que Argentina dejaba de reconocerla como
representante diplomática de Venezuela.
El 10ENE20, la delegación de
Argentina no votó la resolución que en la OEA condenó “el uso de la fuerza y
tácticas intimidantes por parte del régimen de Nicolás Maduro” contra la
Asamblea Nacional. Argentina prefirió abstenerse en la votación en el Consejo
Permanente de la OEA. El gobierno argentino, además, retiró su apoyo a la
reelección de Luis Almagro como Secretario General de la OEA y podría
comprometer su voto a favor de la ecuatoriana María Fernanda Espinoza. La candidatura
de Espinoza fue presentada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas
y está siendo promovida por el eje castrochavista.
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El gobierno de transición de
Bolivia encabezado por Jeanine Áñez ha dado un giro en apoyo a los sectores
democráticos venezolanos distanciándose del eje castrochavista. Uno de los
primeros pasos de política exterior de Añez fue desvincular a su país de la
organización ALBA liderada por los regímenes de Cuba y Venezuela. Luego Bolivia
se sumó al Grupo de Lima y procedió a suscribir el comunicado del 05ENE20
generado ante las acciones violentas del régimen Maduro que tenían lugar ese
día contra los diputados de la Asamblea Nacional. Pocas horas después, en un comunicado redactado
en la noche del 05ENE20 y divulgado el 06ENE20 en el cual ya saludaba “la
reelección de Juan Guaidó como Presidente de la Asamblea Nacional y Presidente
Encargado de Venezuela”, el Grupo saludó la incorporación de Bolivia. Por
cierto, Guyana como miembro del Grupo de Lima firmó el comunicado del 05ENE20
pero se abstuvo de sumarse al del 06ENE20 ya que el gobierno de David Granger,
como parte de sus pugnas territoriales contra Venezuela, no reconoce a Guaidó
como Presidente del Ejecutivo venezolano.
El 09ENE20 Bolivia reiteró el
cambio en su posición exterior en un contexto europeo. En el denominado “Grupo de
Contacto” impulsado por la Unión Europea en procura de una solución negociada
para Venezuela y en el cual intervienen gobiernos de Europa y Latinoamérica,
los enviados de Evo Morales solían asistir pero sin suscribir los comunicados.
El 09ENE20, el Grupo de Contacto emitió un comunicado apoyando a Guaidó.
Bolivia por primera vez suscribió el comunicado dejando solo al saliente gobierno
de Uruguay que se negó a suscribirlo. En la OEA, el gobierno de Bolivia formó
parte del grupo de catorce gobiernos que solicitaron una reunión extraordinaria
del Consejo Permanente, celebrada el 10ENE20, para evaluar la situación de
Venezuela y votar una resolución reconociendo la reelección de Juan Guaidó como
Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.
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Durante el mandato de Evo
Morales, Cuba habría recibido US$ 147 millones procedentes de las arcas del
gobierno de Bolivia a cuenta de remuneración de las “brigadas médicas”. La
cifra procede del informe presentado el 08ENE20 por el ministro de Salud de Bolivia Aníbal Cruz. A la
llegada de Morales a la Presidencia en enero de 2006, Hugo Chávez comenzó a
drenar recursos venezolanos hacia su socio boliviano, incluyendo el pago a Cuba
de los servicios que prestaba a Morales en áreas de seguridad, alfabetización y
personal de salud. Con el transcurrir del mandato de trece años de Morales,
Cuba también comenzó a beneficiarse de los crecientes ingresos fiscales
bolivianos.
Publicado originalmente en:
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