miércoles, 30 de abril de 2025

Brasil fuera de la short list de EEUU

Artículo Exclusivo para DefesaNet del 23 de abril de 2025

El presidente de Guyana Irfaan Ali y el secretario Marco Rubio el 27MAR25 en Georgetown, Guyana. Foto: Departamento Estado EEUU 


El secretario de Estado del gobierno de Donald Trump, Marco Rubio, gusta decir que “EEUU quiere ser amigo de nuestros amigos”. El gobierno de EEUU pareciera no ver en Brasil a un amigo y quizás por ello Brasil no figura en la lista de prioridades de la diplomacia estadounidense.

En una entrevista que le hiciera Donald Trump Jr. a Rubio el 08ABR25, el primer latino en ocupar la Secretaria de Estado afirmó que “durante mucho tiempo, si se era un aliado estadounidense o proestadounidense en la región, les ignorábamos y, en algunos casos, incluso les tratábamos mal. Pero si era una molestia, como Nicaragua, Cuba o Venezuela, hacíamos todos estos tratos con ellos para que estuvieran contentos. Así que hacíamos tratos con quienes nos odiaban y, o bien descuidábamos o, a veces, éramos abiertamente hostiles con los países proestadounidenses”. 

Lo cierto es que Brasil, hasta la fecha, no aparece en las referencias públicas de las gestiones de política exterior del gobierno Trump, más allá del tema global de la guerra arancelaria emprendida por Trump.

Rubio, durante su carrera como senador por Florida, mantuvo posiciones de choque contra la izquierda continental incluyendo a Lula da Silva, lo que comenzó a reflejarse en la posición del Departamento de Estado. El 26FEB2 en la cuenta en X de la oficina para el Hemisferio Occidental, el Departamento de Estado ya bajo el mando de Rubio, dejó saber que seguía de cerca y criticaba las acciones de censura y persecución a medios que ejecuta la cúpula judicial brasileña. “El respeto por la soberanía es un camino de dos vías con socios de EE.UU., incluyendo Brasil. Bloquear el acceso a información e imponer multas a compañías basadas en EE.UU. por negarse a censurar personas de EE.UU. es incompatible con los valores democráticos”, decía el Departamento de Estado, en la que es quizás la única referencia política del gobierno Trump sobre Brasil, en ese caso a propósito de la suspensión del portal Rumble por el máximo tribunal brasileño.

 

Brasil fuera de las listas de invitados

Donald Trump sólo ha recibido en la Casa Blanca al salvadoreño Nayib Bukele, se ha encontrado informalmente con Javier Milei en Florida y Maryland y, ha sostenido conversaciones telefónicas con la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum.

Según información pública del Departamento de Estado, el secretario Rubio y el subsecretario Christopher Landau han sostenido reuniones personales en Washington o en el extranjero y/o han sostenido conversaciones telefónicas con mandatarios y altos funcionarios de Argentina, Barbados, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guyana, Jamaica, México, Paraguay, Perú, Panamá, Suriname, República Dominicana y Trinidad & Tobago. Rubio ya ha dos viajes a Latinoamérica con paradas en El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Jamaica, Panamá, República Dominicana y Suriname, dos de esos países son fronterizos con Brasil.

Además, la secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, Kristi Noem, realizó un periplo que incluyó a El Salvador, Colombia y México. El secretario de Defensa Pete Hegseth visitó Panamá. El secretario del Tesoro Scott Bessent fue a Buenos Aires el día que Trump recibía en la Casa Blanca a Bukele. Y Richard Grenell, el Enviado especial del presidente para Misiones Especiales se reunión con Nicolás Maduro.

 

EEUU asegura que se está reuniendo con Brasil

Consultado el Departamento de Estado sobre contactos del secretario Rubio o del subsecretario Landau con altos funcionarios de Brasil, inicialmente sugirieron una revisión de las agendas públicas de los funcionarios. Una declaración adjudicable a un vocero del Departamento de Estado recibida el 14ABR25 para este Informe, asegura que “altos funcionarios del gobierno estadounidense de la interagencia se han reunido con sus homólogos brasileños desde que el presidente Trump asumió el cargo”. En una declaración de carácter “extraoficial”, el vocero afirmó que el Departamento “permite que otras agencias federales hablen en su propio nombre con respecto a sus reuniones con el gobierno brasileño”. No hubo información adicional sobre actores o temas de esas reuniones, las cuales, en todo caso, serían entre funcionarios de escalones inferiores.

Consultado el Ministerio de Exteriores de Brasil para este reportaje, su oficina de prensa ofreció el 15ABR25 una respuesta genérica, casi desdeñosa: “Os contatos mantidos pelo Ministro Mauro Vieira com autoridades norte-americanas são públicos e registrados na agenda disponível na página eletrônica do Itamaraty e nas redes sociais do Ministério”.

La página a la cual remitió la oficina de prensa de Itamaraty sólo hace referencia a una comunicación, vía telefónica, entre Vieira y un alto funcionario estadounidense: el representante comercial de EEUU, Jamieson Greer, con quien el ministro habló   el 02ABR25.

Cuatro días después de la conversación de Vieira con Greer, se produjo una teleconferencia entre el vicepresidente Geraldo Alckmin y el secretario de Comercio de EEUU Howard Lutnick. La fijación de aranceles a productos brasileños pareciera ser, por ahora, el “gran tema” en las limitadas relaciones entre EEUU y Brasil. Las negociaciones han sido asumidas directamente por Alckmin quien el 14MAR25 encabezó en Brasilia la primera de una serie de reuniones entre equipos de ambos gobiernos. Alckmin, además de su condición presidencial, ejerce como ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios.

El ministro Vieira pareciera poco interesado en una aproximación al gobierno de EEUU. De hecho, prefirió viajar a Cabo Verde, en vez de asistir el 10MAR25 a la Asamblea General extraordinaria que la OEA realizó en Washington para votar por el nuevo Secretario General de la organización. La cancillería brasileña, como las restantes del Mercosur, están en espera de las gestiones de Milei ante EEUU, confiados que una Argentina con amigos en Washington actúe de sombrilla ante la guerra arancelaria. De hecho, el 14ABR15 Milei se jactó de haber logrado que los aranceles a su país y sus socios del Mercosur fueran de sólo el 10% y no de 35% como le correspondería según él, aplicando la “tabla” de cálculo usada por la administración Trump.

 

Durante el gobierno de Joe Biden, las relaciones de EEUU con el Brasil gobernado por Jair Bolsonaro fueron de muy baja intensidad. Las dificultades de Jair Bolsonaro para generar un discurso propio ante EEUU distinto de su militancia trumpista, afectó las relaciones con una Casa Blanca que tampoco tenía especial agrado por el mandatario brasileño. Ahora, con un gobierno de izquierda en Brasilia y con una Casa Blanca en tono de MAGA pareciera que Brasil seguirá fuera de la lista de prioridades diplomáticas de EEUU.

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