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Maduro en Nueva York el 28JUL15 para una reunión en
la ONU sobre el conflicto territorial
con Guyana. Foto: @Venezuela-un
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La diplomacia chavista se muestra desorientada ante
el creciente enfrentamiento con el gobierno de Guyana. El 28JUL15 Nicolás
Maduro llegó a Nueva York acompañado de su esposa y su usual comitiva de
seguridad, en un viaje del cual sólo se tuvo noticias la noche anterior.
Oficialmente el periplo tuvo como único propósito sostener una reunión con el
Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en relación al conflicto con Guyana buscando
definir un mecanismo de mutuo acuerdo para atender el diferendo limítrofe.
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La presencia de Maduro en Nueva York, sólo para esa
cita, despertó la atención de observadores abriendo espacio a rumores sobre la
verdadera causa del periplo. La visita de Maduro en la ONU pareció innecesaria
ya que apenas dos semanas antes, el 11JUL15, Ban había recibido a Delsy Rodríguez,
la canciller de Maduro. En aquella oportunidad, Rodríguez hizo entrega de una
larga carta en la cual Maduro, aparte de denunciar a Guyana por el otorgamiento
de concesiones en territorio en disputa, solicitaba que Ban procediera a
reactivar el mecanismo de buenos oficios entre Venezuela y Guyana para el tema
de la delimitación.
La visita de pocas horas a New York significó el
traslado a esa ciudad de numeroso personal desde Venezuela y Washington. El
representante permanente de Venezuela en la OEA Roy Chaderton, el encargado de
negocios en Washington Maximilien Sánchez Arveláiz formaron
parte del séquito neoyorquino de Maduro, junto a diplomáticos, equipos de
prensa y personal militar.
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El viaje de Maduro no obtuvo una posición de la ONU
distinta a la ya ofrecida por Ban desde el 03JUL15, cuando desde Barbados y
tras una reunión con el presidente guyanés David Granger, el funcionario de la
ONU ofreció enviar una delegación a Caracas y Georgetown en procura de aproximar
posiciones. El meollo del asunto, en este momento, se resume en la negativa de
Guyana a continuar con el esquema de un “buen oficiante” y su aspiración de escalar
hacia un mecanismo distinto para la resolución definitiva del diferendo.
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La debilidad política internacional del régimen
venezolano ha estimulado en Guyana las aspiraciones de imponer su posición en
un tribunal internacional. Guyana no está dispuesta a sentarse en negociaciones
bilaterales, como las que ya se adelantaron en la década de los años setenta. Maduro
insiste en mantener el esquema de un “buen oficiante”, mientras clama por una
“diplomacia de paz” y procura respaldos políticos en la región.
Tras fracasar en su intento de neutralizar o evitar
el respaldo de los países caribeños a Guyana, Maduro procuró refugio en Unasur,
organización de la cual también forma parte los guyaneses y en la cual el
chavismo se siente a sus anchas. El 18JUL15, Maduro y Granger coincidieron en
Brasilia, durante la reunión semestral de Mercosur, pero no sostuvieron ninguna
conversación. En ese escenario Maduro hizo un extraño anuncio, según el cual
Mercosur había decidido impulsar una reunión de Unasur para tratar el conflicto
entre Venezuela y Guyana, tema que por lo demás no está en manos de esos organismos
sino de la ONU. Pasadas dos semanas, ningún vocero de Unasur o Mercosur ha
ratificado la reunión y la posibilidad de un encuentro presidencial Maduro-Granger, cobijado por los gobiernos de
Suramérica, pareciera haberse diluido.
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Granger,
quien es militar retirado con rango de brigadier, estuvo en Washington el
24JUL15 para pronunciar el discurso de graduación en el Centro de Estudios de
Defensa Hemisférica William J. Perry, del cual él es egresado. En su
disertación, Granger calificó a Venezuela como una amenaza a la seguridad
regional del Caribe, versión que tiende a exaltar los ánimos del chavismo. Ese
mismo día, Granger fue recibido por Roberta Jacobson, la subsecretaria de
Estado para el Hemisferio Occidental de EEUU, en un encuentro incluido en la
agenda pública del Departamento de Estado pero de la cual no se distribuyó
gráficas ni nota de prensa. Desde Washington se ha dejado saber el respaldo del
gobierno de EEUU a una vía judicial para tratar el diferendo entre Guyana y
Venezuela.
La cancillería guyanesa declaró el 30JUL15 que su
gobierno no tiene interés en un encuentro con Venezuela sobre el tema limítrofe
en el seno de una organización distinta a la ONU. EL 31JUL15, Granger sostuvo
una conversación telefónica con Ban, en la cual le ratificó que Guyana no
acepta un nuevo “buen oficiante” y que pretende que el caso sea llevado a un
tribunal internacional. Ban ratificó su ofrecimiento de enviar una delegación
de emisarios que podría estar encabezada por la argentina Susana
Malcorra. Una eventual reunión entre Maduro y Granger podría tener lugar en
septiembre en Nueva York, si las partes así lo acuerdan.
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El
gobierno de Guyana aumenta su apuesta en
el enfrentamiento que lleva contra el gobierno venezolano a propósito del
territorio Esequibo, reclamado por Venezuela, y su correspondiente proyección
marítima.
Mediante
un reglamento publicado en la edición extraordinaria de la Gaceta Oficial de
Guyana del 23JUL15, el ministro de Relaciones Exteriores de ese país estableció
las coordenadas de lo que considera sus aguas internas y, en consecuencia, fijó
unilateralmente sus áreas marinas en zonas que son objeto de disputa con
Venezuela. La resolución No.3-2015, firmada por el vicepresidente y ministro
Carl Greenidge, define tres líneas rectas, cada una de ellas localizada en las
desembocaduras de los ríos Esequibo, Demerara y Berbice. A partir de esas
líneas y con base en la legislación internacional, Guyana define implícitamente
las áreas denominadas “mar territorial”, “area contigua”, “zona económica
exclusiva” y “plataforma continental”. La línea dibujada sobre la desembocadura
del Esequibo incluye su ribera izquierda reclamada por Venezuela como parte de
su territorio. Las líneas que cubren las desembocaduras de los ríos Demerara y
Berbice generan una proyección hacia el mar en dirección al noroeste,
ingresando en área disputada por Venezuela y llegando, probablemente, incluso a
la fachada de la desembocadura del río Orinoco. En la práctica, Guyana está
procediendo a marcar lo que considera su territorio marítimo, sin esperar un
arreglo con Venezuela.
Guyana
emula lo que ya Venezuela realizó a finales de la década de los años sesenta,
al definir sus propias líneas de base recta que determinan la proyección
marítima de la zona en reclamación.
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La
existencia de la Resolución guyanesa sobre líneas rectas se conoció en Caracas
apenas el 29JUL15, mediante cables de prensa internacional que daban cuenta de
declaraciones de Greenidge al respecto. El 30JUL15, la cancillería venezolana
emitió un comunicado, en su usual estilo de lenguaje agresivo y poco preciso en
conceptos, mediante el cual el gobierno Maduro “rechaza categóricamente las
insolentes declaraciones” del ministro Greenidge, pero sin denunciar ni
siquiera hacer referencia a la publicación de la Resolución guyanesa. Fue sólo
el 31JUL15, cuando finalmente el gobierno Maduro protestó contra la inclusión
del Esequibo en las coordenadas de la Resolución guyanesa. La nota de protesta
enviada por la cancillería de Maduro a Guyana, según la nota de prensa
distribuida por ese organismo, extrañamente sólo hace referencia a la línea de
base recta de la desembocadura del río Esequibo, sin considerar que las dos
restantes pese a estar localizadas en territorio guyanés no reclamado, su
proyección al mar compromete las aguas en disputa.
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El Informe Otálvora del pasado 25JUL15 advertía sobre
la muy probable ruptura del gobierno venezolano con el nuevo Secretario General
de la OEA, el uruguayo Luis Almagro. La posición de Almagro sobre la
participación de equipos técnicos de la OEA en las elecciones legislativas del
06DIC15, durante todo el proceso electoral y con observación y conteo de los
votos, era una segura causa para que le régimen venezolano iniciara ataques
contra quien fuera el canciller del gobierno izquierdista de Pepe Mujica. La
decisión de Almagro de recibir en su despacho al opositor venezolano Henrique
Capriles, el 27JUL15, terminó por desatar los odios chavistas contra el
uruguayo.
El 24JUL15, el representante permanente de Maduro
en la OEA, embajador Roy Chaderton, no asistió a la usual ofrenda floral a la
estatua de Simón Bolívar, encabezada por Almagro. Dos días después, el 26JUL16
desde Caracas, Almagro comenzó a recibir ataques directos del gobierno
venezolano. Ese día, Nicolás Maduro acompañado de su usual invitado Ralph Gonsalves, Primer ministro de San
Vicente y las Granadinas, exigió que Almagro se decida entre “Dios o el
pueblo”. Maduro ordenó, ante las cámaras de Tv que un funcionario de tercer
escalón de nombre Raúl Licausi, llamara a
Almagro y lo increpara en nombre del gobierno de Venezuela.
El 28JUL15, Nicolás
Maduro rechazó desde la ONU la posibilidad de que la OEA envié observadores a las elecciones en
Venezuela. En tanto, en Caracas, el excanciller de Maduro, Elías Jaua, acusaba
a Almagro de “traidor” y “antivenezolano”, alegando que el uruguayo en su
condición de canciller había impedido el ingreso de Venezuela al Mercosur en
2012.
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En un
Informe Otálvora de julio del 2012 se narraba: “En la mañana del 28JUN12 se
produjo un encuentro entre los cancilleres de Argentina, Brasil, Uruguay y
Venezuela. Los argentinos y brasileños comprometieron su voto para el ingreso
de Venezuela al Mercosur. El canciller uruguayo Luis Almagro aseguró que hizo
punto de honor para votar el ingreso de Venezuela la decisión de no castigar
comercialmente a Paraguay. Sólo la Cancillería uruguaya presentó objeciones de
carácter jurídico a la maniobra que se proponían realizar los presidentes del
Mercosur al día siguiente. La mandataria brasileña, en un intento de cubrirse
las espaldas, llamó al Abogado General de la Unión de Brasil, Luís Inácio
Adams, quien viajó desde Porto Alegre a Mendoza para reunirse con Dilma y
exponer su interpretación jurídica sobre el ingreso de Venezuela. El viernes
29JUN12, la mandataria brasileña Dilma Rousseff pidió una reunión privada con
sus colegas. “Tengo algo político que discutir con Ustedes”. Los cancilleres
abandonaron la sala y se produjo la encerrona en la cual Brasil exigió a
Uruguay una posición favorable al ingreso de Venezuela al Mercosur. Poco
después se anunció el ingreso de Chávez como miembro pleno del club”.
