Con absoluta indiferencia de los gobiernos del Continente, el 06NOV16 se realizan votaciones presidenciales en Nicaragua, marcadas por un fraude institucional que garantiza el “triunfo” de Daniel Ortega y su cogobernante esposa Rosario Murillo.
El arzobispo Claudio María Celli saluda a representante de la MUD el 30OCT16 |
Con absoluta indiferencia de los gobiernos del Continente, el 06NOV16 se realizan votaciones presidenciales en Nicaragua, marcadas por un fraude institucional que garantiza el “triunfo” de Daniel Ortega y su cogobernante esposa Rosario Murillo.
La colonización de los
poderes públicos nicas por la familia presidencial y su partido sandinista,
permitirá que Ortega logre un tercer
mandato consecutivo. En 2001, Ortega se presentó a la reelección burlando
normas constitucionales amparándose en
una sentencia de la Corte Suprema controlada circunstancialmente por el
sandinismo. En 2016, las máximas autoridades judiciales y electorales bajo
control sandinista, mediante una seguidilla de sentencias y decisiones
inhabilitaron al principal candidato opositor, el médico Luís Callejas, quien
representaba a la Coalición Nacional por la Democracia, una amplia alianza
electoral con capacidad cierta de competirle la Presidencia a Ortega.
*****
El Secretario General
de la OEA, Luis Almagro, es prácticamente el único actor internacional que se
activó ante la situación en Nicaragua y lo ha hecho con cautela. El 14OCT16
Almagro envió a Ortega un informe privado “ponderando los hechos” electorales
ante lo cual Ortega accedió a crear una comisión conjunta que se reunirá con la
OEA dos veces por mes. Además invitó a Almagro para una visita a Nicaragua,
pero sólo después de las elecciones. Si bien el Departamento de Estado de EEUU se
ha pronunciado en varias ocasiones reclamando
que Ortega “cerró los espacios democráticos”, la diplomacia estadounidense como
la de todo el Continente está evitando actuar ante el caso Nicaragua. Enfrentar
dictaduras no pareciera ser tema de interés en las cancillerías del Continente.
*****
El 06DIC15, día cuando
se registró la derrota del chavismo en la elección parlamentaria venezolana,
tres expresidentes extranjeros coincidieron en Caracas. El español José
Rodríguez Zapatero, el panameño Matín Torrijos y el dominicano Leonel
Fernandez. Los dos primeros llegaron a Venezuela como invitados especiales de las
autoridades chavistas del Consejo Nacional Electoral. Fernandez, en tanto, encabezó
una dudosa misión electoral de Unasur, la única permitida por el régimen, organizada
por Ernesto Samper actuando como aliado de los gobiernos castrochavistas de la
región. Asegura Zapatero que él solicitó al gobierno Maduro ser invitado. Los
tres expresidentes visitaron Caracas en calidad de amigos del gobierno Maduro y
del régimen cubano, como ya Torrijos y Fernandez lo habían hecho en las
elecciones presidenciales del 14ABR13.
*****
Zapatero había
visitado Cuba el 25FEB15 donde fue recibido con honores por Raúl Castro quien
se hizo acompañar por su canciller Bruno Rodríguez y por el Ministro de Inversión Extranjera Antonio
Carricarte. El viaje de Zapatero a La Habana, calificado como “desleal” e
“inoportuno” por la cancillería española, tenía fuertes olores a cita de
negocios. Zapatero llegó a La Habana escoltado de quien fue su Ministro de
Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el mismo que desde ese año ofrece servicios
de asesoría y lobby para negocios en Cuba. Por cierto, Torrijo también visitó a Raúl
Castro el 13NOV15, menos de un mes antes de su viaje electoral a Caracas.
*****
La estrategia del
régimen venezolano, al perder el control de la Asamblea Nacional, fue la de
neutralizar la capacidad legislativa y contralora parlamentaria. Con el
transcurrir del año, el gobierno Maduro igualmente se embarcó en la línea de
impedir la celebración de un referendo revocatorio presidencial que ganaba
cuerpo ante el rápido deterioro de las condiciones económicas. Para la
Oposición, a su vez, la Asamblea Nacional se convirtió en una herramienta para
adelantar vías constitucionales procurando un cambio de régimen en el país.
En una combinación de
movidas que ya se ha hecho recurrente en el régimen chavista, el 11ABR16 el
Tribunal Supremo de Justicia controlado por el chavismo, dejó sin efecto la Ley
de Amnistía aprobada por la mayoría opositora en la Asamblea Nacional. Pocas horas
después, Maduro instaló en presencia de Samper, una “Comisión por la Verdad y
la Justicia” bajo el argumento que varias decenas de muertos a manos de la
represión militarizada durante las protestas populares del año 2014, serían responsabilidad
de la Oposición. La MUD se negó a participar en tal instancia pero ya los nombres
de Zapatero, Torrijos y Fernandez aparecieron como parte de los planes de
Maduro y Samper para “enjuiciar” a la Oposición.
El 18MAY16, Zapatero
llegó a Caracas luego de asistir a las elecciones presidenciales en República
Dominicana, en las que un aliado y la esposa de Leonel Fernandez resultaron
reelectos. Zapatero, Fernandez y Torrijos se presentaron en Venezuela como
“mediadores” entre Gobierno y Oposición, atendiendo una “invitación” de Unasur.
Llegaron a Caracas con la venia oficialista y el auspicio de algunos sectores
de la Oposición, dejando correr rumores de una inminente liberación de presos
políticos como Leopoldo López y Manuel Rosales. Los seguidores de López
rápidamente aclararon que ellos no estaban negociando la libertad de su líder.
Los diputados de Rosales exaltaron el diálogo, quedando en evidencia que voceros
de ese partido participaron en las primeras tratativas para introducir a
Zapatero en Venezuela e influyeron para que la Oposición aceptara sin
preparación previa una primera reunión el 27MAY16 en un balneario de República
Dominicana donde también viajó una delegación de Maduro. Ese 27MAY16 la alianza
opositora MUD dejó saber a los “facilitadores” que el “diálogo” dependía de la liberación
inmediata de los presos políticos, realización del referendo revocatorio, respeto
a la Asamblea Nacional y reconocimiento de la crisis humanitaria. Esos puntos son
en esencia los mismos que el 04NOV16 expuso la MUD cuando ya el “diálogo” con
el Gobierno había iniciado.
*****
Zapatero, Torrijos y
Fernandez tienen en común que forman parte de la Internacional Socialista,
organización a la cual están asociados también tres de los principales partidos
opositores venezolanos: el histórico partido “Acción Democrática”, “Voluntad
Popular” de Leopoldo López y “Un Nuevo Tiempo” de Manuel Rosales. Pero estos tres
políticos renombrados que podían estar cercanos a la Oposición venezolana en
realidad actuaban como agentes prooficialistas. Buena parte de la Oposición, incluyendo a
Henrique Capriles Randonski, pusieron en duda la imparcialidad de los
expresidentes, máxime cuando Zapatero expresamente se habría referido en contra
a la celebración de un referendo revocatorio contra Maduro, justamente la vía por
la cual la MUD había optado para un
rápido cambio de gobierno. El apoyo internacional recolectado por el trio de
expresidentes, incluso entre gobiernos extranjeros amigos de la Oposición, como
el de EEUU, forzó a que buena parte de la MUD aceptara la “mediación”, pero
condicionándola a una ampliación de los facilitadores. Invitar a expresidentes
no socialistas como el colombiano Andres Pastrana o el boliviano Tuto Quiroga y,
solicitar la participación de un enviado del papa Francisco fueran requisitos expuestos
por la MUD para reducir la prevalencia de Samper y Zapatero en un eventual
esquema de negociación con el Gobierno Maduro. Finalmente Maduro y la MUD, por
medio de Samper, anunciaron el 21JUL16 su acuerdo de invitar al Vaticano a
sumarse a Zapatero en las tareas de “facilitación y acompañamiento”.
*****
El 25JUL16, Ernesto
Samper, en su calidad de Secretario de Unasur, envió una insólita comunicación
al Vaticano, en la cual solicitó que la Santa Sede se sumara al grupo de
Zapatero. No era la primera vez que Samper se arrogaba la representación de
Venezuela, iniciativa que no fue del agrado en la Santa Sede. No es Samper un
interlocutor para el Vaticano en asuntos venezolanos, opinó la diplomacia
pontificia y así se lo hizo saber en carta del 12AGO16 firmada por Pietro
Cardenal Parolin, el antiguo Nuncio en Caracas y actual poderoso Secretario de
Estado de Su Santidad. En la carta de Parolin que fue hecha pública por Samper
sólo un mes después, el Vaticano condicionó su presencia en un “diálogo”
Gobierno-Oposición en Venezuela. Al igual que se negó a participar en la
conformación del tribunal de paz previsto en el Acuerdo Santos-Farc en
Colombia, el Vaticano no estaba dispuesto a gastar energías organizando diálogo
en Venezuela el cual es rechazado por parte del liderazgo opositor. Paroli exigió
que las “partes interesadas” extendieran la debida invitación, pero sólo cuando
“hayan tomado la firme decisión de iniciar formalmente el diálogo”. Igualmente pidió
que Gobierno y Oposición fueran receptivos “para acoger las eventuales
sugerencias” rechazando un simple rol de “facilitador”. El Vaticano comisionó a
su Nuncio en Argentina Emir Paul Tscherrig y al arzobispo Claudio María Celli
para viajar a Caracas sólo cuando el Gobierno y voceros oficiales de la MUD aseguraron
estar listos para dialogar tras decenas de encuentros secretos y públicos, de
exploración y de creación de clima, los cuales se multiplicaron en agosto y septiembre.
La diplomacia vaticana asumió la propuesta que Zapatero esbozó el 21JUN16 ante
la OEA para organizar el “diálogo” en cuatro mesas temáticas.
*****
El 20OCT16, el
chavista Consejo Nacional Electoral abortó el proceso del referendo
revocatorio. Cuatro días después, el Vaticano anunció en Caracas el inicio del
“diálogo” MUD-Gobierno, debilitando la ruta de protestas que Henrique Capriles,
el partido de Leopoldo López y partidos pequeños motorizados por María Corina
Machado proponían adelantar. Imposibilitado el referendo, la Oposición ahora habla
de “elecciones adelantadas”, para lo cual se requeriría una reforma
constitucional o la renuncia de Maduro antes del 10ENE17, eventos de improbable
ocurrencia o negociación. El Vaticano y la mayoría de la MUD están exigiendo
prontos “gestos concretos”, mientras el Gobierno, Samper y algún precandidato
opositor juegan a alargar el proceso.