Representantes de Juan
Guaidó en negociaciones del "Mecanismo de Oslo" reunidos con Elliot Abrams el 21JUN19 en
Washington. Foto: @presidencia_ve
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La inminente celebración
en Barbados de una nueva ronda de conversaciones entre los enviados de Maduro y
Guaidó ha sido sistemáticamente comentada en medios diplomáticos, pero sin que
ninguno de los participantes lo hayan confirmado.
La sensación de
“estancamiento” del proceso de cambio político en Venezuela o de
“normalización” del régimen como algunos prefieren denominarlo, es un asunto
que está siendo debatido y evaluado en los más diversos foros diplomáticos y
políticos a nivel global junto al impacto de la masiva migración venezolana.
Donald Trump, durante su reunión con el brasileño Jair Bolsonaro en Osaka el
28JUN19, dijo a los periodistas que las transiciones “llevan tiempo” en
referencia a la situación en Venezuela. Casi simultáneamente, la agencia
española EFE difundió una entrevista con el almirante Craig Faller, Jefe del
Comando Sur de los EEUU, quien afirmó
que “la crisis [venezolana] se encuentra estancada debido a que Maduro y su
Ejecutivo se han atrincherado”.
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La Asamblea General de
la OEA iniciada el 26JUN19 en Medellín, Colombia, fue escenario para una esperada
confrontación sobre la representatividad de Venezuela en el organismo. Por
razones reglamentarias, los primeros puntos de todas las reuniones de
cancilleres de la OEA son la elección de un Presidente, la aprobación del
calendario de actividades y del temario, ambos documentos preelaborados durante
reuniones preparatorias cumplidas en Washington. Igualmente en un punto aparte
se contempla la aprobación de las credenciales de los participantes cuyo
listado es elaborado por el Secretario General con base en las indicaciones de cada
país miembro sobre quienes le representarán en el evento. La aprobación del
informe de credenciales es mera rutina formal que usualmente se limita a un
martillazo del Presidente quien rápidamente da por acogido el listado. Pero en la
primera sesión de trabajo de la 49 Asamblea General el 27JUN19 el tema de las
delegaciones sirvió como detonante sobre el delicado asunto de quién efectivamente
representa al Estado venezolano. Los enviados de Antigua y Barbuda, Bolivia,
Dominica, Grenada, México, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Suriname,
Trinidad y Tobago y Uruguay rechazaron que fuera aceptada una delegación
designada por Juan Guaidó. Uruguay y
Bolivia argumentaron que la aprobación de aquel listado llevaba implícito el
reconocimiento de Guidó como Presidente encargado de Venezuela a los cual sus
gobiernos se oponían. Bolivia, actuando como aliado de Maduro, alegó que
Venezuela ya no forma parte de la OEA. Como ya ocurrió el 09ABR19, varios
gobiernos anunciaron que se reservaban el derecho a desconocer cualquier resolución
de la OEA que pudiera ser tomada con el voto de los enviados venezolanos.
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El vicecanciller
uruguayo Ariel Bergamino, quien encabezaba la delegación de su país en la
Asamblea de la OEA, notificó el día antes a su colega colombiano Carlos Holmes
Trujillo la decisión de su gobierno de abandonar la Asamblea de la OEA la cual
se concretaría en caso de mantenerse la presencia de los enviados de Guaidó. Holmes
además de anfitrión del evento sería electo por aclamación al día siguiente
para presidir las deliberaciones de la Asamblea. Bergamino, quien ha servido
recientemente de intermediario entre Guaidó y Maduro como parte del denominado
Grupo Internacional de Contacto, ya en la sala de la Asamblea de la OEA anunció
el retiro de su país en protesta por la decisión del Presidente de la Asamblea
de dar por aprobado el listado de las delegaciones preparado por Luis Almagro.
La delegación enviada
por Guaidó incluyó a quince personas encabezadas por Julio Borges, por el
diputado Francisco Sucre quien funge como virtual jefe operativo del aparato de
representación diplomática de Guaidó y por Carlos Vecchio quien ejerce como
Embajador ante la Casa Blanca. La alianza interpartidista que soporta a Juan
Guaidó decidió enviar a Medellín a sus principales operadores internacionales.
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El 09ABR19 con una
mayoría simple de 18 votos el Consejo Permanente de la OEA aprobó que Gustavo
Tarre Briceño actuara como “Representante Permanente, designado de la Asamblea
Nacional” de Venezuela pero no reconoció a Juan Guaidó como Presidente
Encargado. En medios diplomáticos corría la interpretación acerca de que el
reconocimiento de un gobierno no es
facultad del Consejo Permanente de la OEA o, en todo caso, requería una
votación de mayoría absoluta con dos tercios de los gobiernos miembros. Por
aquellos días el representante de EEUU, embajador Carlos Trujillo, alegaba que
la decisión tendría que ser ratificada por los cancilleres en la Asamblea
General de la OEA en una fecha que aún se veía lejana. Llegada la hora de
celebrar la Asamblea en Medellín el temario obvió someter el tema de la
representación de Venezuela a consideración de los cancilleres previo al inicio
del evento. El martillazo del Presidente de la Asamblea aprobando el informe
sobre credenciales pondría fin, como en efecto ocurrió, a cualquier posible
debate sobre la presencia de los enviados de Guaidó. En la lista de
resoluciones que serían sometidas a consideración de la Asamblea fue incluido
un proyecto que confirmaría la resolución del 09AB19.
El tema de la representatividad
de Venezuela en los organismos multilaterales seguirá creando situaciones de
tensión en la medida que coexistan los “gobiernos” de Maduro y Guaidó. La
próxima y prevista confrontación en esta “guerra de credenciales” ya está
cobrando cuerpo en la sede de la ONU donde el 17SEP19 deberá arrancar la 74ª Asamblea
General. La ONU reconoce a los enviados de Maduro como los representantes
oficiales de Venezuela mientras un grupo de gobiernos aliados de Guaidó
intentarán revertir esa circunstancia.
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La decisión uruguaya de
abandonar la Asamblea dejó en evidencia que a nivel de la OEA sólo la mitad de
los gobiernos que la integran han reconocido expresamente a Guaidó. Algunos de
ellos, como es el caso de Guyana, no reconocen la legitimidad de Maduro pero se
abstienen de reconocer a Guaidó.
Los gobiernos miembros de la OEA que han reconocido a
Guaidó como jefe del Ejecutivo venezolano son Argentina, Bahamas, Brasil,
Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EEUU, Guatemala, Haití, Honduras,
Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana. Los gobiernos que forman parte
de la OEA y no han reconocido a Guaidó son Antigua y Barbuda, Barbados, Belice,
Bolivia, Dominica, Grenada, Guyana, Jamaica, México, Nicaragua, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las
Granadinas, Santa Lucia, Surinam, Trinidad & Tobago y Uruguay. Hasta fecha
reciente El Salvador integraba la lista de los gobiernos que no reconocían a
Guaidó pero el arribo de Nayib Bukele a la Presidencia salvadoreña el 01JUN19 cambió
la posición de ese país. Por cierto, uno de los asesores electorales de Bukele
fue el dirigente de la oposición venezolana en el exilio Lester Toledo quien es
operador internacional de Guaidó en asuntos de ayuda humanitaria. El cambio
en la posición salvadoreña ante la
situación en Venezuela fue confirmada por la nueva canciller Alexandra Hill
Tinoco en su primera intervención en la asamblea de la OEA el 27JUN19.
El marcador en la OEA indica
que finalizando el mes de junio de 2019 de treinta y tres gobiernos (diferentes
de Venezuela) diecisiete reconocen a Guaidó y dieciséis no lo reconocen aunque
no todos ellos asumen posiciones de choque contra la representación de Guaidó. De
hecho, la resolución del 09ABR19 que permitió la incorporación de Gustavo Tarre
Briceño como representante permanente ante la OEA fue aprobada con la mayoría
mínima de 18 votos lograda cuando Jamaica y Santa Lucia que usualmente
participan en las reuniones del Grupo de Lima, votaron favorablemente.
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En su sesión final el
28JUN19, con veinte votos a favor, la Asamblea de la OEA aprobó “aceptar al
Representante Permanente ante la Organización de los Estados Americanos
designado por la Asamblea Nacional de Venezuela, hasta que se celebren nuevas
elecciones presidenciales que conduzcan al nombramiento de un gobierno elegido
democráticamente” ratificando la resolución del Consejo Permanente del 09ABR19.
Votaron a favor Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Canadá,
Ecuador, El Salvador, EEUU, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá,
Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucia y el propio enviado de
Guaidó.
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La Asamblea General de
la OEA es el encuentro anual de los ministros de exteriores de los países
miembros. A la cita en Medellín faltó un grueso y representativo grupo de
cancilleres. El Secretario de Estado de EEUU Mike Pompeo y la ministra de
exteriores canadiense Chrystia Freeland estaban en Osaka acompañando a sus
jefes en la Cumbre del G20. Los
cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, Jorge Faurie, Ernesto
Araújo, Luis Castiglioni y Nin Novoa estaban acuartelados desde el 26JUN19 en
Bruselas intentando alcanzar una definición final del largamente negociado
acuerdo comercial entre Mercosur y la Unión Europea el cual fue alcanzado en la
tarde del 28JUN19. El canciller mexicano Marcelo Ebrard también andaba en Osaka
ante la renuencia de AMLO para participar en el G20 con lo cual la
representación mexicana en Medellín estuvo en manos del subsecretario
Maximiliano Reyes Zúñiga quien es el encargado de las relaciones con el régimen
chavista. El ministro mexicano sostuvo un encuentro en Osaka con los
mandatarios de Argentina, Chile y España, Mauricio Macri, Sebastián Piñera y
Pedro Sánchez en la cual se habría
comentado “la situación en Venezuela”.
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La petrolera
estadounidense Chevron Corp trabaja junto a la petrolera estatal Pdvsa
controlada por el régimen de Nicolás Maduro para aumentar el procesamiento del
crudo extrapesado venezolano de la Faja del Orinoco acondicionándolo para su
exportación a países asiáticos. La información fue develada por la agencia
Reuters el 28JUN19 en un cable suscrito por los periodistas Marianna Parraga y
Luc Cohen quienes especifican que durante el mes de julio se prevé un aumento
del volumen exportado de una mezcla denominada Merey de crudo extrapesado (no
comercializable) y crudos livianos aceptable por refinerías de China, India e
Indonesia. La nueva estrategia de producción busca obviar las sanciones
impuestas por el gobierno de EEUU que dificultan y encarecen las importaciones
de naftas hacia Venezuela utilizadas para acondicionar los crudos extrapesados
y hacerlos exportables. Además, la reorientación de la producción busca burlar
las sanciones de EEUU que cerraron el mercado estadounidense a las
exportaciones desde Venezuela. Los reiterados esfuerzos de la administración
Trump para cerrar el flujo de recursos hacia el gobierno Maduro van en sentido contrario a las operaciones de una gran empresa petrolera estadounidense la cual está protegida por una licencia general emitida por el Departamento de Tesoro. Los intereses de EEUU en Venezuela no siempre están en la misma dirección.