Informe Otálvora del 03 de septiembre de 2016
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| Michel Temer juró como Presidente de Brasil ante el Congreso el 31AGO16. Foto: Presidencia Brasil. |
El 31AGO16, tal como lo adelantara el
Informe Otálvora, el Senado de Brasil encontró culpable de “crímenes de
responsabilidad” a Dilma Rousseff y procedió a destituida de la Presidencia. El Partido de
los Trabajadores, importante fuerza política brasileña, integrante de la alianza
castrochavista que marcó la política latinoamericana de la última década, fue
desplazado del poder. Muy importantes líderes petistas, incluyendo a Lula da
Silva, están en la cárcel o afrontan inminentes juicios por corrupción.
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El impeachment a Rousseff, que enfrentó
el gran poder acumulado por el PT, estuvo políticamente sustentado en una
extensa confluencia de sectores que sumó voceros de todo el abanico político, a
los principales partidos democráticos, poderosas iglesias evangélicas, la
influyente masonería, el gran empresariado paulista y de agribusiness,
movimientos urbanos anticomunistas cívicos o militaristas, organizaciones
juveniles antipartidistas, todo ello en un contexto de deterioro de la calidad
de vida y del descubrimiento de esquemas de corrupción que vinculan a los
líderes del PT con ricos consorcios empresariales.
La Presidencia brasileña fue asumida en
una sencilla ceremonia en el Senado el 31AGO16 por Michel Temer, jefe del
heterogéneo y conflictivo partido PMDB que hasta ahora actuó como aliado de
Lula y Rousseff. Temer, hijo de libaneses cristianos, masón, con varias décadas
de trayectoria política, juró el cargo prescindiendo del uso de la usual banda
presidencial.
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Ante la evidencia de que se impondría el
impeachment contra Rousseff, Lula negoció un acuerdo con sectores del PMDB,
partido acusado de “golpista” por el PT, para garantizar un salvoconducto legal
a la destituida mandataria. El presidente del Senado Renan Calheiros del PMDB,
actuando sin consentimiento de Temer y sin consultar a partidos aliados,
impulsó una moción para que los senadores votaran la destitución de Rousseff y
su consecuente inhabilitación política como dos asuntos distintos, violando la
letra de la Constitución brasileña. La maniobra fue secundada por el Presidente
del Supremo Tribunal Federal Ricardo Lewandowski quien presidía el
enjuiciamiento de Rousseff. Con el voto de los aliados de Rousseff y algunos
del PMDB, el Senado aprobó no inhabilitar a Rousseff por el lapso de ocho años
fijado en la Constitución. El tema ya entró a ser considerado por la justicia. El
02SEP16 los principales partidos brasileños, incluyendo al PMDB de Temer,
solicitaron al Supremo Tribunal Federal confirmar que la destitución acarrea
automáticamente la inhabilitación de Rousseff. Si bien la exmandataria no
podría presentarse como candidata presidencial en 2018, si podría aspirar a un
escaño parlamentario. A más corto plazo, la maniobra de Lula y un sector del
PMDB permitiría que Rousseff fuera designada a un cargo de Secretaria de Estado
en alguno de los estados donde gobiernan militantes de su partido, lo cual le
proporcionaría privilegios en caso de prosperar posibles juicios por corrupción
y obstrucción a la justicia.
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El 31AGO16 Nicolás Maduro anunció el
“congelamiento” de sus relaciones con Brasil, a raíz de la destitución de
Rousseff, mientras Evo Morales y Rafael Correa
llamaron a consultas a los jefes de sus misiones diplomáticas en
Brasilia. Los tres gobiernos castrochavistas, junto a los de Cuba y Nicaragua,
emitieron comunicados denunciando que en Brasil había tenido lugar un golpe de
Estado y desconociendo al nuevo gobierno. El comunicado de la cancillería
cubana incluso llama a que “el pueblo brasileño” se oponga “con determinación a
las políticas neoliberales que intenten imponerle”. La dictadura cubana dejó
ver las intenciones de la izquierda continental para crear climas de
ingobernabilidad en Brasil y en Argentina, las dos valiosas piezas perdidas
recientemente por la alianza castrochavista. El Comisión Ejecutiva del partido
de Lula, reunida en São Paulo el 02SEP16,
emitió un largo pronunciamiento en el cual copia las líneas emitidas por el
gobierno cubano dos días antes en cuanto a la evaluación de la coyuntura
brasileña y latinoamericana, así como la política a seguir. La jefatura del PT anunció que se propone
“colocar fin al gobierno del usurpador Michel Temer”.
Al contrario de sus socios bolivarianos, Cuba
no anunció el retiro de su embajadora en Brasilia, Marielena Ruiz Capote. El gobierno de Brasil acusó a Morales, Correa
y a Castro de desconocer los fundamentos del Estado democrático brasileño y les
pidió “mantener la serenidad” a la vez que repudió el comunicado de Maduro y llamó
a consultas a sus embajadores en La Paz, Caracas y Quito.
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Mientras los aliados internacionales de
Lula denunciaban el supuesto “golpe”, las imágenes de los principales
protagonistas brasileños dejaban mal parada la tesis de una crisis
institucional en el país. Rousseff, al día siguiente de su destitución, se dejó
ver sonriente pedaleando su bicicleta en Brasilia donde aún reside en el
presidencial Palacio da Alvorada. Próximamente se mudará a Río de Janeiro donde
vivirá a pocos metros de la famosa playa de Ipanema.
Michel Temer, por su parte, a pocas horas
de jurar el cargo embarcó en Brasilia acompañado de sus ministros de Relaciones
Exteriores y Hacienda y por varios parlamentarios para un largo recorrido que
lo llevó a China, con paradas técnicas en Cabo Verde, Praga y Kazajistán. La
Presidencia de Brasil quedó en manos del Presidente de la Cámara de Diputados
Rodrigo Maia, militante de un partido distinto al del Presidente. Temer arribó
el 02SEP16 a Shanghái para clausurar un encuentro de empresarios brasileños y
chinos. Posteriormente se desplazó hasta la ciudad de Hangzhou, sede de la
Cumbre del G20 donde ya tenía previstas reuniones bilaterales con el anfitrión
Xi Jinping, con el poderoso segundo heredero al trono saudí Mohammed bin Salman,
con el primer ministro nipón Shinzō Abe y con el español Mariano Rajoy, además
de que coincidiría con su vecino argentino Mauricio Macri. Temer participó en
una reunión informal del grupo de los Brics donde se juntó con Narendra Modi
(India), Xi Jinping, el ruso Vladimir Putin y el surafricano Jacob Zuma. Este
encuentro fue particularmente relevante porque uno de las reiteradas muletillas
de la alianza castrochavista es justamente que el nuevo gobierno brasileño se
disponía a romper con el Brics. A los efectos de las grandes economías del
mundo en Brasil sólo hubo un cambio de gobierno y Temer es aceptado como el
legítimo mandatario.
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El 01SEP16 el Secretario General de
Unasur, Ernesto Samper, emitió un comunicado en el cual desconoce al nuevo
gobierno de Brasil. Samper intenta convertir el cambio de gobierno brasileño en
una crisis multilateral, al señalar que la destitución de Rousseff “genera
preocupación y tiene implicaciones regionales”. Samper realiza gestiones promoviendo
la convocatoria de una reunión extraordinaria de Cancilleres de Unasur para
debatir la situación en Brasil. La propuesta de Samper, cuya materialización
depende de la improbable unanimidad de los doce países miembros, fue hecha a
espaldas del gobierno de Brasil. Se trataría de una maniobra mediática de los
países “bolivarianos” para los cuales Samper actúa como fiel operador. Samper
está ofreciendo a Maduro, Correa y Morales un foro internacional en el cual
confrontar y censurar al gobierno de Brasil, proyecto que no conseguirá suficientes
respaldos. El castrochavismo no cuenta con fuerza política para aislar a Brasil
como en el pasado lo hizo contra Honduras y Paraguay en coyunturas análogas.
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La gestión de Samper, quien ya tiene
vencido su mandato y abandonará el cargo el 31ENE17, está siendo evaluada como
gris incluso por amigos suyos en Colombia. Sus pretensiones de influir en las
negociaciones con las Farc fueron sistemáticamente desinfladas por Juan Manuel
Santos. Tras firmarse el acuerdo Santos-Farc en La Habana el 25AGO16, Samper
propuso celebrar en la sede de Unasur, bajo su patrocinio, una cumbre
presidencial “por la paz y la integración suramericana” con presencia de gobiernos
del ALBA. La propuesta de Samper pasó totalmente desapercibida reflejando el
desprestigio de Unasur.
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Por cierto, el presupuesto ordinario manejado
por Samper en Unasur durante el año 2016
es de US$10.864.227, de los cuales el 31% corresponde a gastos del personal que
lo acompañan en sus actividades. La nómina del personal a disposición del
Secretario General de Unasur saltó de 26 a 54 funcionarios durante la estadía
de Samper al frente del organismo. Curiosamente el 30% de los empleados de
Unasur son del área administrativa. La remuneración del Secretario General es
de US$15.000 mensuales más bonificaciones y gastos diversos.
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El gran financista de Unasur es Brasil que
aporta US$4,23 millones equivalente al 38,9% de los ingresos. Le siguen Argentina
(US$1,79 millones), Venezuela (US$1,26 millones), Colombia (US$1,20 millones) y
Perú (US$0,78 millones). El gobierno de Evo Morales comprometido a aportar US$
123.852 recibe a su vez una asignación de Unasur por US$50.000 al año. En la
práctica, a Surinam y Guyana los demás miembros le pagan para que participen en
Unasur, ya que el aporte de esos gobiernos es inferior al monto que reciben
como “apoyo a las delegaciones”.
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Unasur destinó este año US$ 1,01 millones
al “Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa”, organismo con sede en el
segundo piso de la “Casa Patria Grande Nestor Kirchner” en Buenos Aires. Se
trata de una edificación estatal
destinada por Cristina Kirchner a “rescatar el legado” de su difunto esposo. A
pocos metros de las oficinas financiadas por Unasur fue instalado en 2013 el
“Salón Presidente Hugo Chávez Frías” el cual fue desmantelado por orden del
presidente Mauricio Macri en julio de 2016.
La exaltación a Kirchner y Chávez forma
parte de las actividades de Unasur. Su edificio sede situado en las afueras de Quito
construido por el gobierno ecuatoriano a un costo de US$ 43 millones, lleva por
nombre “Nestor Kirchner”. En la entrada del edificio resalta una estatua de
Kirchner de más de dos metros de altura por la cual el erario argentino pagó US$
1 millón. En tanto, el gobierno de
Morales construye en Cochabamba, una ciudadela que llevará el nombre de
“Hugo Chávez” con costo de US$ 64 millones y que sería la sede de un organismo
inexistente: el parlamento de Unasur.
Los recientes cambios políticos en
Suramérica ponen en tela de juicio la existencia misma de Unasur. Asesores de
política exterior de varios gobiernos sopesan la idea de abandonar el
organismo.
