Informe Otálvora del 24 de septiembre de 2016
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| Michel Temer y Tabaré Vázquez reunidos el 19SEP16 en Nueva York. Foto: Presidencia Brasil |
Venezuela ha estado
todo el año 2016 bajo estado de suspensión de garantías constitucionales en
razón de la sucesiva emisión de decretos de declaración de “estado de
excepción” que Nicolás Maduro inició el 15ENE16 y renovó el 13SEP16. La vigencia de estados de excepción
requieren, según las normas constitucionales, la aprobación de la Asamblea
Nacional y la declaración de constitucionalidad por parte del Tribunal Supremo
de Justicia. Pese a que la Asamblea Nacional los ha votado negativamente, el
régimen chavista ha obviado las decisiones del Legislativo imponiendo decretos
que autofacultan a Maduro para restringir “las garantías para el ejercicio de
los derechos consagrados en la Constitución”.
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Los gobiernos de los
países fundadores del Mercosur optaron por comenzar ya a actuar prescindiendo
de Maduro y su canciller Delsy Rodríguez.
El domingo 18SEP16 se encontraron
los cancilleres Susana Malcorra de Argentina, José Serra de Brasil, Eladio
Loizaga de Paraguay y Rodolfo Nin Novoa de Uruguay, aprovechando que coincidían
en Nueva York por el inicio de la Asamblea General de la ONU. Los cuatro jefes
diplomáticos realizaron una evaluación del estado de las negociaciones de
Mercosur con la Unión Europea y acordaron una estrategia de trabajo. Aparte de
la relevancia de la temática tratada en la reunión celebrada en la sede
argentina en Nueva York, el hecho marcó el punto culminante de la pugna entre
el régimen chavista y los gobiernos de Brasil, Paraguay y Argentina que rechazaron
que Maduro asumiera la presidencia semestral de Mercosur.
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Casi simultáneamente a
la sesión de trabajo de los cancilleres en Nueva York, desde Porlamar,
Venezuela, donde acababa de encabezar
una onerosa y poco trascendente reunión del Movimiento de los No Alineados, Maduro
decía el 18SEP16 que “la triple alianza de la derecha suramericana pretende
desaparecer a Venezuela del Mercosur”, en referencia a los gobiernos de
Mauricio Macri, Michel Temer y Horacio Cartes. Las fotografías para las cuales
posaron los cancilleres del Mercosur en Nueva York contradijeron rápidamente la
versión chavista de la actual situación de sus relaciones con los vecinos
sureños.
Hasta ahora el
gobierno de Uruguay, fuertemente presionado por la alianza política de
izquierda que lo soporta, se mantuvo en franco apoyo a Maduro. Pero en las últimas semanas, el gobierno de Tabaré
Vázquez optó por no secundar las imposturas y choques de la “diplomacia”
chavista contra los restantes socios de Mercosur. Esa decisión llevó a que el
13SEP16 Uruguay aceptara la propuesta de los restantes fundadores de Mercosur,
instaurando una conducción colectiva del organismo que dejaba a un lado a
Maduro.
Los camaradas
uruguayos de Maduro congregados en el gobernante Frente Amplio apoyaron la
decisión de Vázquez y sólo el Partido Comunista se pronunció públicamente en
contra. El 12SEP16 el Frente Amplio citó al Embajador de Maduro en Montevideo,
Julio Chirino, para notificarle que Uruguay haría lo posible para que Venezuela
se mantenga en el Mercosur. Pero los voceros de los partidos oficialistas,
entre quienes se encontraba el nuevo presidente del Frente Javier Miranda, habrían
sido críticos sobre la diplomacia de confrontación que Maduro y su canciller asumieron
en el conflicto por en el Mercosur. Así las cosas, el canciller uruguayo se
permitió el 18SEP16 en Nueva York posar sonriente junto a sus colegas sureños
para las fotografías que dejaron constancia del cambio de posición de Uruguay
en Mercosur.
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Pocas horas después,
el lunes 19SEP16, Vázquez se reunió en la sede de la ONU con su colega
brasileño. El encuentro, que podía ser uno más de las decenas de reuniones de
ocasión que congestionan el edificio de la ONU en tiempos de Asamblea General,
fue un muy importante hecho en la política suramericana. Hasta la fecha y por
razones de cercanía ideológica, Vázquez se había mantenido crítico sobre el
proceso de impeachment contra la brasileña Dilma Rousseff, al punto que un comunicado oficial uruguayo del
01SEP16 afirmó que “más allá de la legalidad invocada, el Gobierno uruguayo
considera una profunda injusticia dicha destitución”. Si bien la cancillería
uruguaya se apuró reconocer a Michel Temer como mandatario brasileño, Vázquez permanecía
distante del nuevo gobierno brasileño. El encuentro de Temer y Vázquez en Nueva
York, calificado por testigos como cordial y conciliador, marcó una gran derrota
para el régimen venezolano quien sumaba al uruguayo entre sus aliados en la
región. Uruguay no se alineó en el ataque internacional dictado desde Cuba contra
el gobierno brasileño, sino que por el contrario, se comprometió con Brasil en
una alianza dentro del Mercosur. Temer propuso a Vázquez que Uruguay liderice
las negociaciones de Mercosur con la Unión Europea lo cual fue aceptado por un Vázquez
pragmático, reflejándose la coincidencia de los cuatros gobiernos mercosurianos
en sus planes de avanzar acuerdos con terceros países o bloques comerciales a
lo cual se niega el régimen chavista.
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La dictadura cubana
decidió iniciar una guerrilla política contra el gobierno de Brasil en lo cual
es secundada por Maduro, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega. El
maltrecho eje castrochavista se propone golpear diplomáticamente a Temer y
propiciar un estado de ingobernabilidad dentro de Brasil. El 20SEP16 fue la
primera sesión del “Debate General” de la Asamblea General de la ONU de este año.
Como es tradición desde hace setenta años correspondía a la representación de
Brasil realizar el primer discurso. Al momento de Michel Temer tomar la
palabra, las delegaciones de Cuba, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua se
retiraron del salón y dejaron saber vía Twitter que consideraban al brasileño
como un “presidente ilegítimo”. La acción que buscaba abochornar a Temer fue previamente concertada lo que permitió contar
con imágenes que fueron difundidas por el canal de propaganda cubano-venezolano
Telesur. Extrañamente el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís,
alegando malestar con la situación política en Brasil, también abandonó el
salón junto a su esposa, dejando a un diplomático en su lugar. Solis debió dedicar
comunicados y declaraciones para intentar convencer a la opinión pública de su
país que no actuó en connivencia con los castrochavistas.
Las acciones cubanas contra
Brasil continuaron en la ONU. El canciller castrista Bruno Rodríguez Parrilla
en su discurso en la ONU el 23SEP16, atacó al gobierno brasileño y expresó su
“enérgico rechazo al golpe de estado parlamentario-judicial perpetrado en
Brasil”.
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La dictadura cubana, a
pocas horas de concretarse la destitución de Rousseff, marcó línea de acción
para sus aliados internacionales. “Cuba expresa su confianza en que el pueblo
brasileño defenderá las conquistas sociales alcanzadas, se opondrá con
determinación a las políticas neoliberales que intenten imponerle y al despojo
de sus recursos naturales”, decía un comunicado oficial cubano del 31AGO16. Dos
días después, en perfecta sincronía con Cuba, la Comisión Ejecutiva del PT, el
partido de Lula da Silva, emitió un pronunciamiento calificando de “usurpador”
al nuevo gobierno y anunciando acciones para “ocupar las calle y las
instituciones”. El PT igualmente ordenó que sus candidatos a las elecciones
municipales del 02OCT16 incluyeran a Lula en sus actividades como respuesta al proceso
por corrupción que amenaza al expresidente.
El 04SEP16 la
izquierda brasileña realizó diversas protestas callejeras en las cuales el PT
distribuyó a sus seguidores etiquetas adhesivas con el texto “Abajo la
dictadura. Moro a la cárcel”. Para la defenestrada izquierda brasileña el nuevo
Presidente que asumió el cargo apenas cuatro días antes ya era un “dictador” y
el juez Sérgio Moro, cabeza del proceso judicial por los casos de corrupción
vinculados con Lula, debía ser apresado. El PT pretende utilizar la presión
política de calle para frenar un probable encarcelamiento de Lula que lo
inhabilitaría como candidato en 2018.
El PT decidió que su nada
despreciable aparato político financiado aún por el propio Estado brasileño, será
orientado hacia una confrontación contra el gobierno Temer utilizando los
sindicatos controlados por la izquierda y guiados desde el llamado “Frente
Brasil Popular”. La coordinación internacional de acciones contra el gobierno
brasileño se realiza de forma pública en diversos foros y eventos “académicos”
y de “movimientos sociales” que el castrochavismo comenzó a generar a nivel continental. El 20SEP16,
Nicolás Maduro informó en Twitter haber enviado a Brasil delegados a un
encuentro convocado por el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra, uno de
los brazos de la acción violenta prevista contra el gobierno brasileño.
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Por cierto, en Brasil
la Policía Federal descubrió otro esquema de corrupción que vincula empresas
constructoras con el alto gobierno de Dilma Rousseff y gobiernos extranjeros aliados
de Lula. El actual gobernador del estado de Minas Gerais, Fernando Pimentel,
militante del PT, hombre de confianza de Rousseff que fue su ministro de Desarrollo, Industria y Comercio, habría
financiado su campaña a la gobernación con propinas de empresas como Odebrecht
y OAS. En su condición de Ministro, Pimentel controlaba el Banco Nacional de
Desarrollo Económico y Social BNDES, el cual suministró financiamiento en
condiciones privilegiadas para obras que esas empresas ejecutaban para los
gobiernos de los Kirchner en Argentina, Pepe Mujica en Uruguay, entre otros. Valiéndose
de una ley recién aprobada, Pimentel ordenó en 2012 que el BNDES clasificara
como “secretos” los préstamos para obras en Cuba y Angola, los cuales habrían
tramitados con activa participación del ya expresidente Lula. Desde 2012 y
hasta su salida del ministerio en 2014, Pimentel fue designado por Rousseff
para servir de puente con Hugo Chávez y Maduro para los negocios bilaterales.
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