El presidente peruano Pedro
Pablo Kuczynski (al centro) con los cancilleres de Brasil, Chile y Perú el
08AGO17 en el Palacio de Torre Tagle en Lima. Foto: Cancillería Perú.
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La instalación de una inconstitucional
asamblea constituyente en Venezuela desató una ola de acciones internacionales
que van desde sanciones políticas de países suramericanos hasta la inclusión de
ocho nuevos altos jerarcas chavistas en la lista de sancionados por el
Departamento del Tesoro de EEUU.
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Tal como reportó el
Informe Otálvora del 05AGO17, el gobierno de EEUU ha dejado ver contradicciones
en su línea hacia Venezuela, entre funcionarios que proponen aumentar sanciones
y aquellos que prefieren crear puentes hacia el régimen chavista. Un reportaje
distribuido el 09AGO17 por la agencia McClatchyDC con firma de Franco Ordoñez
confirma esas contradicciones entre la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
Según Ordoñez las diferencias sobre la
intensidad de las sanciones aplicables al régimen chavista son producto de la
posición del subsecretario de Estado Tom Shannon, quien se opone a la
imposición de medidas fuertes contra el gobierno Maduro. Shannon fue enlace
directo y el operador de Barack Obama ante Maduro, promovió la instalación de
un esquema de “diálogo Gobierno-MUD” y sostuvo reiterados encuentros con altos
jerarcas del régimen. Shannon habría frenado la imposición de sanciones a altos
jefes chavistas durante 2016, algunas de las cuales sólo se materializaron con
el arribo de Donald Trump. Shannon aún influye en la definición de la política hacia
Latinoamérica según confesara recientemente el Secretario de Estado Rex
Tillerson.
En todo caso, el “tema
Venezuela” ya forma parte de la agenda directa de la Casa Blanca como lo
evidencia su inclusión en los asuntos tratados por Trump en la reunión con su
“gabinete de seguridad” el 10AGO17 en la cual igualmente habrían analizado
acciones ante Corea del Norte y en la cual participó el vicepresidente Mike
Pence, el jefe del gabinete y experto en Latinoamérica general John Kelly y el
consejero de Seguridad Nacional general H.R. McMaster. Ahora, Venezuela está
entre los problemas de seguridad nacional que atiende directamente el
presidente de EEUU y así quedó en evidencia ante sus declaraciones del 11AGO17
en las cuales aseguró que no descartaba ningún tipo de acción sobre Venezuela,
incluyendo la militar. Esa declaración de Trump no fue compartida por los
principales gobiernos del Continente que consideran que una intervención
militar en Venezuela no es el camino para resolver la crisis. El comunicado
emitido por el gobierno peruano, el 12AGO17, fue particularmente claro: “El
Perú rechaza cualquier amenaza o el uso de la fuerza no autorizado por el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.”
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El 05AGO17, los
cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, reunidos en São Paulo, decidieron suspender indefinidamente a
Venezuela “en todos los derechos y obligaciones
inherentes a su condición de Estado Parte del Mercosur” ante la “ruptura del orden democrático”. Dejaron
constancia que las consultas con el gobierno Maduro, condición impuesta por
Uruguay para aprobar la sanción, “resultaron infructuosas debido al rechazo de
este Gobierno a la celebración de las mismas”. Se trata de la primera sanción
multilateral que recibe el régimen chavista.
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La comparecencia ante
la prensa de los cuatro cancilleres mercosurianos para anunciar su acuerdo tuvo
un detalle relevante, ya que en la mesa estaba un quinto personaje: João Doria,
el alcalde de São Paulo y uno de los más sonados precandidatos a la Presidencia
de Brasil en las elecciones del 2018. Si bien el encuentro del Mercosur tuvo
lugar en la sede de la alcaldía paulistana, resultó inusual que el anfitrión se
sumara a los representantes de los cuatro gobiernos. Obviamente, el canciller
brasileño Aloysio Nunes quiso dar un impulso internacional a la imagen de quien
podría ser el candidato presidencial de su partido PSDB y eventual Presidente
de Brasil. Doria no perdió la oportunidad que Nunes le ofrecía, tomó la palabra
para ofrecer tu total apoyo a la medida que aparta a Venezuela hasta que “cesen
las prisiones y agresiones del régimen
dictatorial de Nicolás Maduro”.
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Hasta ahora, Uruguay
fue la piedra de tranca para que Mercosur tomara una decisión fuerte contra el
régimen chavista. Luego de apoyar la suspensión indefinida de Venezuela, el
presidente socialista de Uruguay Tabaré Vázquez, blanco de críticas por parte
de sus aliados políticos de la izquierda que sustentan su gobierno, emitió incoherentes
declaraciones. En entrevista con el semanario Búsqueda difundida el 10AGO17,
Vázquez esgrimió paradójicos argumentos para defender su voto en Mercosur: “Ya
no teníamos argumentos dentro del Mercosur para seguir sosteniendo la posición
de Uruguay” de impedir la sanción, dijo Vázquez quien aseguró que “ya no cree
que en Venezuela exista separación de poderes”. Confesó que Uruguay pidió al Mercosur
conceder a Maduro la posibilidad de exponer “sus argumentos y fundamentos”
antes de ser sancionado y aseguró haber pedido a Maduro no instalar la
constituyente sin haber negociado con la
Oposición, pero no “hubo una respuesta positiva” del chavismo. Vázquez ofreció
razones que justificaban la sanción política a Venezuela pero al final de la
entrevista sugirió que su voto se debió al temor de represalias comerciales por
parte de Argentina y Brasil. “¿Qué pasa con el Uruguay además si se mantenía en
una situación intransigente dentro del Mercosur? ¿Y si lo aíslan a Uruguay del
Mercosur?”, dijo un dubitativo Vázquez. El 08AGO17, Vázquez hizo que su
cancillería emitiera un comunicado afirmando que “nuestro país no tomó con
alegría la decisión de aplicar el Protocolo de Ushuaia al constatar la ruptura
del orden institucional en Venezuela” y negó que el presidente hubiera
felicitado a su canciller Rodolfo Nin Novoa por su actuación en la reunión de
São Paulo.
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“Es un paso importante
rumbo al aislamiento diplomático de un régimen que perdió la razón y castiga al
pueblo”. Así se refirió el canciller brasileño, Aloysio Nunes, a la realización
el 08AGO17 de una reunión de cancilleres del continente, convocada por el
presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski para tratar el “tema Venezuela”. Desde
su ascenso a la presidencia el 28JUL16, el mandatario peruano promovió la
creación de un grupo de países “amigos” para atender la crisis venezolana el cual
a su juicio debía ser encabezado por Colombia. Kuczynski llevó su propuesta a
la Cumbre Iberoamericana realizada en Cartagena, Colombia, el 29OCT16, pero en
aquellas fechas la propuesta peruana pasó desapercibida porque en Caracas tenía
lugar el “Diálogo Gobierno-MUD” con el acompañamiento del Vaticano y de tres
expresidentes encabezados por José Rodriguez Zapatero. Con la agudización de la
crisis venezolana y ante la imposibilidad de alcanzar acuerdos colectivos en la
OEA, la propuesta de Kuczynski cobró fuerza y ganó el respaldo de las
principales cancillerías del continente, incluyendo a EEUU. El anuncio de Maduro
de instalar una asamblea constituyente fue el empujón final para que un grupo
de gobiernos acordaran reunirse, al margen de la OEA, para debatir sobre la
situación venezolana y definir medidas al respecto. El 08AGO17, en el Palacio
de Torre Tagle sede de la cancillería peruana, se reunieron los cancilleres de Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, junto al vicecanciller de
Canadá y un representante de Uruguay. Además asistieron cuatro países caribeños
miembros del Caricom, Granada, Guyana, Jamaica y Santa Lucia. Granada es además
miembro de la alianza castrochavista ALBA.
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Los cancilleres reunidos
el 08AGO17 produjeron la “Declaración de Lima” suscrita por todos los
asistentes, salvo Uruguay y los miembros del Caricom quienes alegaron no contar
con instrucciones de sus respectivos gobiernos, aunque el canciller guyanés
acompañó a sus colegas al momento de anunciar el acuerdo. La Declaración de
Lima es un documento sin precedentes dado el peso político de quienes lo
suscriben y mostró la condena continental contra el régimen chavista..
Los doce gobiernos firmantes
declaran que en Venezuela se produjo una “ruptura del orden democrático”,
desconocen la “Asamblea Nacional Constituyente”, denuncian la “violación
sistemática de los derechos humanos y las libertades fundamentales” y condenan
“al gobierno por no permitir el ingreso de alimentos y medicinas en apoyo al
pueblo venezolano”, además anuncian que no apoyarán candidaturas venezolanas en
organismos internacionales. En uno de los puntos más duros y específicos anuncian
que “los actos jurídicos que conforme a la Constitución requieran autorización
de la Asamblea Nacional, sólo serán reconocidos cuando dicha Asamblea los haya
aprobado”, es decir, estos gobiernos no reconocerán, por ejemplo, solicitudes de
crédito del gobierno Maduro que carezcan de aprobación de la Asamblea Nacional.
Esta decisión trabaría créditos que el
régimen venezolano gestiona ante organismos multilaterales.
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La Declaración de Lima incluyó un llamado
a los países miembros del Tratado sobre el Comercio de Armas vigente desde
2014, para que “detengan la transferencia de armas” convencionales hacia
Venezuela bajo la presunción de que serían utilizadas para “cometer genocidio”,
“crímenes de lesa humanidad”, o para “cometer o facilitar una violación grave
del derecho internacional de los derechos humanos”. Los principales proveedores
de armas al régimen chavista son Rusia y China que no forman parte del Tratado,
pero a inclusión del tema de armas en la Declaración de Lima apunta a una nueva
dirección sobre sanciones internacionales. Previamente Brasil ya había
prohibido la exportación de bombas lacrimógenas a Venezuela.
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El 09AGO17, la Cancillería de Maduro citó
a los jefes de las misiones diplomáticas de los doce gobiernos que firmaron la
Declaración de Lima a quienes les fue entregada una nota de protesta
exigiéndoles reconocer la asamblea constituyente. A los diplomáticos citados llamó
la atención que fueron recibidos por el nuevo ministro de Relaciones Exteriores
Jorge Arreaza y por la anterior ministra Delsy Rodriguez quien ahora preside la
constituyente pero mantiene cercano control de la Cancillería.
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Los jefes de las misiones diplomáticas en
Caracas fueron convocados para asistir a una sesión de la constituyente, el
10AGO17, en la cual intervendría Nicolás Maduro. Los doce gobiernos
suscriptores de la Declaración de Lima, además de los representantes de EEUU y de
la Unión Europea no atendieron la convocatoria. El Nuncio Apostólico, Aldo
Giordano, también faltó a la sesión con la cual el régimen pretendía dar
legitimidad internacional a su constituyente. En el reducido grupo de
diplomáticos presentes estaban los enviados de Cuba, Rusia, China e Irán.