Informe Otálvora del 10 de febrero de 2018
Presidente Danilo Medina (centro)
anunciando el 06FEB18 el fin de las negociaciones Maduro-MUD. Foto: Presidencia
R.Dominicana
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Representantes de los gobiernos de Cuba y
Venezuela participan en las reuniones preparatorias de la VIII Cumbre de las
Américas congregará a los mandatarios americanos el 13 y 14ABR18 en Lima.
La canciller de Perú, Cayetana Aljovín, aseguró el 04FEB18 que el “Grupo de
Lima” formado por 15 gobiernos del continente, evaluaría “detenidamente” el
tema de invitar a Nicolás Maduro a la cita. Aljovín, en el cargo desde el
09ENE18, cometió un error al hacer esa afirmación por cuanto las invitaciones a
la Cumbre ya fueron cursadas por el gobierno peruano durante el mes de
noviembre del 2017. La lista de invitados abarca a todos los gobiernos miembros
de la OEA así como al régimen cubano. El presidente Pedro Pablo Kuczynski
enmendó el error de su canciller el 07FEB18 al afirmar que “él [Maduro] está
invitado, él puede venir, pero ya veremos cómo lo reciben los venezolanos que
están aquí en el Perú en decenas de miles”. La frase de PPK creó expectativas
sobre protestas que pudieran realizarse en la capital peruana en rechazo a la
presencia de Maduro. De hecho, varios partidos políticos peruanos están
solicitando que Maduro sea declarado “persona no grata” y se proponen organizar
actos de calle durante su hipotética
presencia en Perú.
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Los días 08 y 09FEB18 se instaló en Lima
el “Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres” donde los representantes
de los países participantes en la Cumbre de las Américas negocian los
contenidos de las declaraciones que serán suscritas por los mandatarios. En la caótica
reunión celebrada en el Hotel Novotel de Lima, aparecían los cartelones de
Venezuela y Cuba entre los representantes que debaten el contenido de la
declaración que llevará por nombre “Gobernabilidad Democrática frente a la
Corrupción”. Aún se desconoce si Maduro y Raúl Castro viajarán a la Cumbre de
Lima. La Casa Blanca tampoco se ha pronunciado sobre la presencia de Donald
Trump en la reunión continental y se da como un hecho que la representación de
EEUU estará en manos del Secretario de Estado Rex Tillerson. En general, los
gobiernos de la región no están en la tónica de victimizar a Maduro
excluyéndolo de la Cumbre.
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El gobierno de Brasil envió una
delegación ministerial encabezada por el Ministro de la Defensa para visitar
Guyana y Suriname durante los días 08 y 09FEB18. Oficialmente el viaje tiene
como propósito tratar asuntos relacionados con la “seguridad fronteriza”. El
ministro de Defensa, Raul Jungmann se hizo acompañar de una comitiva castrense
que incluyó, entre otros, al Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas
almirante Ademir Sobrinho y al asesor militar especial del Ministro mayor
brigadier (aviación) João Tadeu Fiorentini. Junto a Jungmann viajó el
ministro de Justicia Torquato Jardim y el ministro Jefe del Gabinete de Seguridad
general Sérgio Etchegoyen quien es, además, el superior de la Agencia Brasileña
de Inteligencia y probable próximo Comandante del Ejército de Brasil.
El portal brasileño “O Antagonista”
sugirió el 08FEB18 que la visita ministerial brasileña a Guyana en realidad se
trataba de un “recado” a Nicolás Maduro para que no “ose invadir Guyana” ya que
“Brasil no va a tolerar una agresión contra cualquier país vecino”. La nota de
“O Antagonista”, que no cita fuentes oficiales brasileñas, tiene como contexto la
reactivación del tema del diferendo territorial entre Venezuela y Guyana. El
portal brasileño afirma que “las fuerzas armadas brasileñas tienen la
información de que Venezuela planea tomar a la fuerza la región del Esequibo”. Sin
embargo, fuentes oficiales y analistas brasileños de temas militares
consultados para este Informe, se mostraron escépticas sobre la tesis difundida
por “O Antagonista” y restaron credibilidad a la hipótesis de una acción
militar del gobierno Maduro sobre el territorio en reclamación.
Ya en Georgetown, el ministro Jungmann
afirmó el 09FEB18 que su país no
aceptaría una acción “no pacífica” en relación al diferendo Venezuela-Guyana.
“No se puede adminitir, para el equilibrio de la región, cualquier salida por
la fuerza. Brasil no acepta esa posibilidad”.
Por cierto, el viaje de los ministros
brasileños a Surinam estuvo precedido por una visita que el canciller de
Maduro, Jorge Arreaza, realizó el 07FEB18 a Paramaribo. Arreaza incluyó Surinam
en una “contragira” que efectúa en respuesta a la gira realizada por el
Secretario de Estado de EEUU la semana anterior. En Paramaribo Arreaza fue
recibido por el presidente Desiree Bouterse quien hasta ahora se muestra como aliado
y beneficiario del gobierno chavista.
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Según fuentes militares brasileñas, el
ministro de Defensa Jungmann habría solicitado a finales del año 2017 a su
homólogo de Venezuela, general Vladimir Padrino, sostener una reunión para
tratar temas de cooperación bilateral. Con su vista a Surinam y Guyana, Jungmann
completaba sus reuniones con sus colegas suramericanos. Pasados dos meses de
espera, el ministro de defensa del gobierno Maduro nunca respondió a la
solicitud brasileña.
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Las negociaciones Maduro-MUD quedaron
rotas la noche del 06FEB18. Ya desde la ronda del 12 y 13ENE18, en medios
diplomáticos internacionales se daba como un hecho el fracaso de las
negociaciones ya que los representantes del gobierno Maduro se mostraban
decididos a no conceder las amplias garantías electorales que la oposición
exigía fueran incluidas expresamente en el proyecto de acuerdo. El gobierno
mexicano abandonó el 23ENE18 su papel de acompañante y garante de las
negociaciones mientras el canciller chileno optó por no asistir a las
siguientes sesiones delegando su representación en funcionarios de su
cancillería.
El “borrador” de acuerdo entregado a las
partes el 02DIC17 por el presidente dominicano Danilo Medina y en cuya
elaboración participaron activamente los gobiernos de Chile y México, fue
considerado por la Oposición como un documento que podía servir de base para la
negociación pero los enviados oficialistas se mostraron contrarios al mismo.
Con el pasar de las semanas quedaba en evidencia la creciente distancia entre
la posición exigida por la Oposición y las “concesiones” que estaba dispuesto a
firmar Maduro. La decisión de convocar a elecciones presidenciales adelantadas
que la “Asamblea constituyente” de Maduro anunció el 23ENE18 fue el elemento
que marcó el final de las negociaciones. La celebración de votaciones en el
primer cuatrimestre del año no permitiría la concreción de las garantías
exigidas por la Oposición tales como la organización de una misión de
observación internacional que asistiera al proceso electoral desde la propia
fecha de su convocatoria.
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Tras cerrase la ronda de negociaciones
del 13FEB18 en la cual las partes suscribieron un “acta de avances”, comenzó
una intensa actividad en Caracas alrededor del futuro de las negociaciones. El
expresidente José Rodríguez Zapatero, actuando en su rol de intermediario en
nombre del gobierno Maduro, produjo un
proyecto de acuerdo que calificó como un “consenso básico” que reunía los
enunciados mínimos sobre los temas en negociación. Dentro de la Oposición, en cambio, se imponía la tesis de
quienes consideraron que el acuerdo debía contemplar claros y específicos
enunciados de los compromisos para la transparencia electoral, además de
incluir expresamente la libertad de los presos políticos y la disolución de la
ilegal “asamblea constituyente”. El gobierno Maduro buscaba que la Oposición
firmara un documento que le daba legitimidad política a las elecciones
adelantadas. En la Oposición se impuso la posición de quienes no estaban
dispuestos a mostrarse como asociados a la maniobra oficialista.
El 05FEB18 en la sede de la cancillería
dominicana eran esperados los negociadores venezolanos pero ese día las
negociaciones entre Maduro y la MUD corrían en Caracas de la mano de Zapatero.
La noche del 05FEB18, Zapatero junto a los negociadores Jorge y Delsy Rodríguez
sostuvieron un encuentro con Maduro del cual los medios oficialistas dieron
cuenta. El gobierno dominicano fue informado por Zapatero sobre la existencia
de “acuerdos verbales” entre Maduro y la Oposición para firmar en Santo Domingo
un texto de acuerdo al día siguiente. De hecho, los encargados del ceremonial
dominicano procedieron a instalar el 06FEB18 en el lobby del Centro de
Convenciones de su cancillería una mesa con dos sillas y dos plumas que
adelantaba la supuesta e inminente firma de un acuerdo. A su llegada al local,
los representantes de la Oposición manifestaron su malestar por la presencia de
aquella mesa que fue interpretada como una medida más de presión. Tras varias
horas de conversaciones, en presencia del presidente dominicano y su canciller,
así como de Zapatero y de los enviados de Bolivia, Nicaragua, Chile y San
Vicente y las Granadinas, las negociaciones quedaron rotas. La delegación
oficialista se levantó de la mesa y abandonó Santo Domingo la noche del 06FEB18.
Antes de abandonar el edificio, los enviados de Maduro anunciaron a la prensa que
no continuarían negociando y procedieron a firmar unilateralmente el proyecto
de acuerdo preparado por Zapatero. El jefe de la delegación opositora entregó
al presidente Medina, en la mañana del 07FEB18, un proyecto de acuerdo
aceptable por la Oposición.
En una carta pública difundida el 07FEB18,
con aires de derrota y despecho, Zapatero evidencia su rol de vocero de Maduro acusando
a la Oposición del fracaso de las negociaciones. Dice Zapatero que el texto por
él elaborado “da respuesta a los planteamientos esenciales discutidos durante
meses, a saber, el acuerdo en un proceso electoral con garantías y consenso en
la fecha de los comicios, la posición sobre las sanciones contra Venezuela, las
condiciones de la Comisión de la Verdad, la cooperación ante los desafíos
sociales y económicos, el compromiso por una normalización institucional y las
garantías para el cumplimiento del acuerdo, y el compromiso para un
funcionamiento y desarrollo plenamente normalizado de la política democrática”.
El análisis de los diversos documentos que circularon en la mesa deja en
evidencia que Zapatero, como ya ocurrió en anteriores negociaciones, actuó como
redactor y vocero de las posiciones del oficialismo. El documento que el
oficialismo intentó imponer y que fue rechazado por la Oposición es una lista de
títulos con contenidos dubitativos. Incluso, en el uso de la expresión
“sanciones contra Venezuela”, frase inaceptable por la Oposición, Zapatero dejó
retratada su posición de mediador parcializado en el proceso. En tanto, el
cierre de las negociaciones encendió la luz verde para nuevas sanciones
internacionales contra el gobierno Maduro y, muy probablemente, contra el
régimen cubano.