Informe Otálvora del 14 de julio de 2023
Marinos de la Armada de EEUU posan en Coveñas, Colombia el 09JUL23 en tareas previas a la operación UNITAS LXIV. Foto: U.S. Marine Corps |
Un grupo de representantes de varios partidos de la
oposición venezolana que conforman la “Plataforma Democrática” realizaron una
visita a EEUU para sostener encuentros con organismos oficiales. Un vocero del
Departamento de Estado confirmó a este Informe que la delegación permaneció en
Washington entre el 10 y el 13JUL23. Consultado sobre el contenido de las
conversaciones, el vocero se limitó a afirmar que “si bien no podemos comentar
sobre reuniones diplomáticas privadas, nos mantenemos firmes en nuestro
compromiso con las negociaciones lideradas por venezolanos entre la UP y el
régimen de Maduro”. Oficialmente las “negociaciones” están paralizadas desde el
26NOV22 aunque se habrían realizado contactos recurrentes entre el opositor Gerardo Blyde y el representante del régimen Jorge Rodríguez. En aquella fecha Blyde
aseguraba que en breve comenzarían las negociaciones de fondo con el régimen
para garantizar las elecciones del año 2024, libertad de presos políticos y
demás asuntos políticos. Pero Maduro se niega a una nueva ronda de
negociaciones alegando que el gobierno Biden no libera recursos del estado
venezolano congelados en EEUU. En la práctica, los “negociadores” de la
oposición venezolana no tienen capacidad alguna para negociar y la disposición
real del chavismo para alcanzar acuerdos que permitan una redemocratización del
país es inexistente.
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Mientras la llamada “mesa de México” entre Maduro y la
Plataforma Democrática permanece paralizada, el gobierno Biden ha mantenido
contactos directos con el régimen chavista. Según diversas fuentes, entre mayo
y junio pasados se habría producido un encuentro en Doha, la capital de Catar,
entre representantes de EEUU y los hermanos Rodríguez, Jorge y Delcy, quienes fungen
como los voceros del régimen chavista. Consultado para este Informe, el
Departamento de Estado de EEUU se abstuvo de suministrar información sobre la
participación de funcionarios de ese organismo en el encuentro de Catar, señalando
hacia el Consejo de Seguridad Nacional CSN de la Casa Blanca. Según informaba
el diario madrileño El País del 29JUN23, el asesor presidencial y responsable
del Hemísferio Occidental en el CSN, el colombo estadounidense Juan González,
fue el delegado de EEUU para reunirse con los altos jerarcas del régimen. El
Enviado presidencial especial para Asuntos de Rehenes de EEUU, Roger Carstens,
también habría asistido a la reunión de Doha. Posteriormente, Cartens viajó a
Caracas donde permaneció entre el 19 y el 21JUN23 en gestiones para la
liberación de estadounidenses presos en Venezuela que el gobierno de EEUU
considera rehenes políticos.
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No existen informaciones de las partes sobre el contenido y
conclusiones de las reuniones entre enviados de Biden con jerarcas del
chavismo. El viaje de Cartens a Caracas no conllevó a la liberación de alguno
de los detenidos. Un asunto que causó particular malestar en el seno del
régimen chavista fue el reconocimiento por parte de EEUU de un nuevo gobierno
interino en Venezuela, encabezado por Dinorah González, lo que mantiene el
estatus de no reconocimiento legal a Maduro. El régimen chavista, sin sorpresa
alguna, ya ha estado adelantando medidas que abiertamente lo alejan de la ruta
de negociación de la salida política negociada que propugnan actores externos
como EEUU y la Unión Europea. La disolución del Consejo Nacional Electoral, la
ratificación de medidas administrativas que inhabilitan políticamente a
dirigentes opositores, la retoma de la agenda de violencia contra dirigentes
opositores que participan en las llamadas “elecciones primarias de la
Plataforma Unitaria” y el anuncio de prohibir la presencia de observadores de
la Unión Europea en las eventuales elecciones de 2024 dejan al descubierto que
el régimen rápidamente está dejando de jugar el fingido papel de “negociador”.
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En costas y aguas del caribe colombiano comenzó el 11JUL23
la versión 63 de los ejercicios de guerra UNITAS encabezados por EEUU y con el
gobierno de Gustavo Petro como anfitrión. En las maniobras marítimas, fluviales
y terrestres participan además tropas, embarcaciones o delegaciones
observadoras de Belice, Brasil, Canadá, Chile, República Dominicana, Ecuador,
Francia, Alemania, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, España,
Corea del Sur, Reino Unido y Uruguay.
Los ejercicios del año 2023 tienen la novedad de incluir la
utilización de “sistemas no tripulados” que ya están asignados a la Cuarta
Flota de EEUU. Los ejercicios que han sido planificados a lo largo de un año,
deberán concluir en una operación de desembarco por unidades de infantería de
marina. Tropas colombianas y estadounidenses prepararon el terreno para las operaciones
terrestres en las inmediaciones de Coveñas, en la costa Caribe colombiana.
Tras la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, Colombia
desplazó a Venezuela en la condición de principal aliado militar de EEUU en la
región. La ejecución de la UNITAS LXIV en aguas y costa colombianas evidencia
que las relaciones militares entre EEUU y Colombia parecieran mantenerse pese a
la presidencia del izquierdista Gustavo Petro desde el 07AGO22. La general Laura
J. Richardson, comandante del Comando Sur de EEUU y principal pieza de la
diplomacia militar estadounidense en la región, ha visitado Colombia en por lo
menos tres ocasiones desde el ascenso de Petro quien la ha recibido
oficialmente en dos oportunidades en la Casa de Nariño en septiembre de 2022 y
en mayo de 2023.
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El 23MAR23, la general Richardson compareció ante el Comité
de Servicios Armados del Senado de EEUU ante el cual presentó un informe sobre
el estado de cooperación con las distintas fuerzas armadas de la región incluyendo a Colombia. Al ser interrogada por
el senador Tim Kaine (demócrata de Virginia) sobre el estado de las relaciones
con Colombia tras el cambio de gobierno, Richardson fue enfática: "Nuestra
relación con Colombia es muy, muy fuerte y sigue siendo muy fuerte. No hemos cancelado
nada. Todos los ejercicios, toda la cooperación entre militares continúa
absolutamente. Y esa relación no podría ser más fuerte que es ahora”. Colombia
mantiene la condición de aliado preferencial estratégico no miembro de la OTAN.
La continuación de la cooperación militar de EEUU y Colombia
quedó en evidencia ante la decisión del gobierno estadounidense de autorizar mantener
abierta la opción para la venta de una flotilla de aviones de combate F-16.
Desde ya dos décadas atrás, la Fuerza Aérea Colombiana sostiene la necesidad de
reemplazar sus aviones Kfir, adquiridos a finales de los años ochenta y que
progresivamente han dejado de operar. Durante el mandato de Iván Duque el
gobierno colombiano estuvo cerca de concretar la solicitud de los F-16 a EEUU,
adelantando los trámites presupuestarios y legales internos del caso. El
entonces candidato presidencial Petro se mostraba contrario a la compra de
aviones de combate, aunque tras su llegada a la presidencia dejó saber su
interés para dotar a la Fuerza Aérea de “superioridad aérea”. Además de la
oferta de los F-16 Block 70 construidos por la estadounidense Lockheed Martin
Aeronautics, Colombia está considerando ofertas de la sueca Saab que ofrece la
aeronave Gripen ya adquirida por Brasil. Además, el francés Emmanuel Macron
está haciendo valer sus especiales relaciones con Petro para ofrecerle una
flotilla de Rafale CF3 producido por la Dassault Aviation. De hecho, Petro
durante su reciente visita a Francia pospuso su regreso a Colombia por un día,
para atender el 25JUN23 una reunión con representantes del consorcio que
produce los Rafale.
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Las disputas entre Evo Morales y su ministro de Economía y
ahora presidente de Bolivia, Luis “Lucho” Arce, comenzaron desde el momento
cuando en 2019 el partido MAS procedió a seleccionar al candidato presidencial
para las elecciones del año siguiente.
Morales, tras un fallido intento de fraude electoral para
reelegirse, renunció a la Presidencia t abandonó Bolivia, se instaló en México
y luego en Argentina desde donde propició acciones de violencia contra el
gobierno provisional encabezado por Jeanine Añez y trataba de conducir las
decisiones de su partido. Ante la inminencia de la celebración de elecciones
presidenciales, Morales propuso al MAS la candidatura de su entenado Andrónico
Rodríguez, un joven líder que ocupaba la vicepresidencia de la confederación de
cocaleros del Chiapare, organización presidida por el propio Morales. El
19ENE20, en una reunión realizada en Bueno Aires a la cual asistieron buena parte
del liderazgo del MAS, la posición de Morales fue derrotada y se impuso la
candidatura de Luis Arce Catacora, quien había sido el responsable del programa
económico de los gobiernos de Evo Morales. El nombre de Arce fue acompañado por
el de David Choquehuanca, excanciller del gobierno de Morales, quien sería
presentado como candidato a la vicepresidencia.
El plan de Morales para convertirse en una suerte de
cogobernante de Bolivia no prosperó y desde la toma de posesión de Arce, el
08NOV20 comenzó una pugna interna en el seno del partido castrochavista
boliviano. Morales optó por no residir en La Paz, instalarse en el Trópico de
Cochabamba bajo la protección de los cocaleros que lidera y, desde allí,
mantenerse como una activa figura internacional del castrochavismo, con intensa
actividad política interna y en el extranjero pugnando por el control de su
partido para ser postulado en las elecciones previstas para el año 2025. El
liderazgo de Morales está siendo puesto en duda por sus antiguos socios y el exmandatario
ha abierto una campaña de denuncias contra el gobierno de Arce incluyendo
corrupción, narcotráfico y secretas alianzas con EEUU.
El 01JUL23 Arce arribó a Cuba para una visita “de trabajo”
por “invitación” de Miguel Díaz-Canel. Ese fin de semana Evo Morales también se
encontraba en La Habana, según escuetas declaraciones que ofreciera desde la
isla, donde dejó saber sobre un encuentro con Raúl Castro La convocatoria a
Cuba de las dos cabezas del castrochavismo boliviano intentaba frenar la pugna
existente entre los aliados que controlan a Bolivia, país satelital de la
alianza castrochavista.