Mauricio Macri y la canciller alemana Angela Merkel el 06JUL17
en la Cumbre del G20 en Hamburgo. Foto: Casa Rosada
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El aislamiento del
gobierno de Nicolás Maduro quedó patente al conocerse el destino del primer
viaje al extranjero de su nuevo Ministro de Relaciones Exteriores. Samuel
Moncada fue enviado el 05JUL17 a Saint George, la capital de la pequeña isla
caribeña de Granada, donde se realizaba la cumbre de jefes de Estado de los
países del Caricom.
El gobierno
estadounidense envió a Granada al subsecretario de Estado para Asuntos
Políticos Thomas A. Shannon y al secretario adjunto para el Hemisferio
Occidental Francisco Palmieri, quienes tenían en agenda reunirse con varios de
los mandatarios de la región, incluyendo al guyanés David Granger. El Departamento de Estado de
EEUU gusta calificar al Caribe (Caricom más República Dominicana) como su
tercera frontera y Shannon viajó a Granada a revisar los acuerdos de
cooperación y, obviamente, para hablar de política regional. La anunciada
presencia de Shannon en Granada apuró el viaje de Moncada para buscar mantener
el respaldo o la neutralidad por parte de los pequeños países del Caribe que se
han convertido en parte de los pocos aliados con que cuenta el régimen chavista
en el Continente.
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El tema Venezuela ha
provocado una fractura en el seno del Caricom donde varios gobiernos,
encabezados por el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, el
procastrista Ralph Gonsalves, han
impuesto la posición de no criticar al gobierno de Maduro a riesgo de una crisis
en el organismo caribeño. Al contrario de lo que anunciara la cancillería de
Maduro la noche del 06JUL17, Caricom concluyó
su reunión anual sin emitir algún comunicado de apoyo al régimen
chavista o de condena a EEUU. En la conferencia de prensa al finalizar el
evento, el primer ministro granadino Keith Mitchell dijo que el organismo llamaría
al Gobierno y a la Oposición venezolanos para ofrecerse como mediador para una eventual
negociación que busque “un acuerdo
político amplio” con “acciones concretas y garantías que aseguren su
implementación”. Ya Maduro no cuenta con el unánime e incondicional respaldo de
los pequeños países del caribe oriental. Por cierto, el Caricom incluyó en su
declaración el usual texto en apoyo a
Guyana y de rechazo a la posición histórica de Venezuela sobre la titularidad
del territorio Esequibo.
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El ataque de un grupo
armado de militantes oficialistas a la sede de la Asamblea Nacional de
Venezuela con saldo de varios parlamentarios y empleados heridos, revivió la
presión internacional sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La tarde del
05JUL17, mientras el Palacio Federal Legislativo de Caracas permanecía rodeado
por violentos oficialistas que impedían la salida de varias centenas de
diputados, periodistas, empleados e invitados al evento de ese día, los
principales gobiernos de Latinoamérica se pronunciaron condenando los hechos y
responsabilizando a Maduro por la violencia imperante en el país. Los gobiernos
de Colombia, México, Perú, Chile, los cuatro fundadores de Mercosur (Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay), Costa Rica, EEUU, Canadá y el Reino Unido fueron
los primeros en emitir comunicados. En España, el presidente de Gobierno
Mariano Rajoy y los líderes del PSOE y Ciudadanos, Pedro Sánchez y Albert
Rivera, dejaron saber su rechazo al asalto a la Asamblea Nacional de Venezuela:
con su ataque al parlamento, Maduro logró poner de acuerdo a los tres grandes
partidos democráticos de España. Incluso, el diario madrileño El País utilizó
en titular de primera plana el término “matones” para referirse a los atacantes.
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Al rechazo de una
larga lista de gobiernos al plan chavista de disolver la Asamblea Nacional y reemplazarla
por una inconstitucional “Asamblea Constituyente”, se sumó el evidente uso de
la violencia instrumentalizada por el régimen venezolano contra la Oposición
que ya suma un centenar de muertos en las jornadas de protesta iniciadas en
abril. El comunicado firmado por los cuatro miembros de Mercosur, emitido el
05JUL17, rechazó la ”agresión contra Diputados” pero puntualizó que el ingreso
del grupo de ataque chavista al parlamento estuvo precedida horas antes, por “una
intervención de altas autoridades del Poder Ejecutivo, sin previo acuerdo de
las autoridades legislativas” lo que “constituyen un avasallamiento del
Ejecutivo sobre otro Poder del Estado, inadmisible en el marco de la
institucionalidad democrática”. Mercosur hacía referencia a que el
vicepresidente Ejecutivo, Tareck El Aissami, escoltado por el Ministro de la
Defensa y del Jefe del Comando Estratégico Operacional, acompañado de numerosos
funcionarios de seguridad y militantes chavistas, ingresó al Palacio Federal Legislativo
para celebrar un acto con motivo del Día de la Independencia, sin coordinar o notificación
a los jefes del Parlamento. La celebración del 5 de julio, tenida como la fecha
nacional de Venezuela, y que en el pasado fuera ocasión para exaltar la fraternidad
y unidad nacional, es utilizada por la alta jerarquía chavista para exacerbar
ánimos y provocar la confrontación entre los venezolanos.
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“Tengo que reconocer
que el multilateralismo está fracasando” en el caso de Venezuela. La
contundente y pesimista frase fue emitida el 06JUL17 por la vicepresidente y
canciller de Panamá, Isabel de Saint Malo, cuando comentaba los sucesos del día
anterior en Caracas. La percepción de De Saint Malo refleja un sentimiento que
ha cundido en varios gobiernos de la región sobre los infructuosos resultados
de las gestiones para estimular una salida negociada a la crisis que vive
Venezuela. En esa línea, el canciller de Paraguay, Eladio Lozaiga, afirmó en
Madrid el 04JUL17, que “llegó el momento” para que EEUU analice la opción de
suspender las compras de petróleo a Venezuela; mientras que el argentino
Mauricio Macri en la reunión privada de los mandatarios del G-20 reunidos en
Hamburgo el 07JUL17, reclamó atender la situación venezolana, posición que
compartieron los otros tres mandatarios iberoamericanos presentes: el brasileño
Michel Temer, el español Mariano Rajoy y el mexicano Enrique Peña Nieto. En esta reunión a puertas cerradas, entre otros jefes de Estado, se encontraban Donald Trump, Angela Merkel y Vladimir Putin.
El gobierno de Uruguay,
que aceptó participar en un “grupo de países amigos” seleccionado por Maduro
para promover el diálogo en Venezuela, ya se ha mostrado pesimista sobre ese
esquema, a menos que el gobierno chavista acepte la inclusión de otros
gobiernos que pudieran brindar confianza a la Oposición. El 03JUL17, el
canciller peruano Ricardo Luna, afirmó que la supuesta mediación en Venezuela
del primer ministro de Canadá Justin Trudeau era sólo una idea de un grupo de
países, “una especulación” que no se concretó.
Mientras EEUU procura
apoyo europeo para un paquete de sanciones contra el régimen chavista, el tema
Venezuela nuevamente regresó a la OEA. El 06JUL17, su Secretario General, el
uruguayo Luis Almagro, solicitó a la presidencia del Consejo Permanente, la
convocatoria urgente de una reunión para tratar la situación venezolana. En su
solicitud, Almagro invocó la Carta Democrática Interamericana que lo faculta a
solicitar una reunión en caso de “alteración del orden constitucional que
afecte gravemente el orden democrático” de un país miembro.
La decisión de la
convocatoria de la reunión sobre Venezuela está en manos del representante de
Brasil, el embajador José Luiz Machado e Costa, quien preside el Consejo
Permanente desde el 01JUL17 y lo asumió el 07JUL17.
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Síndrome de
abstinencia: “reacción provocada por la reducción o suspensión brusca de una
sustancia de la que se tiene dependencia” como el azúcar, el alcohol, las
drogas… o el poder”. El texto anterior
fue tuiteado por el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, el 06JUL17. El blanco
del sutil ataque era ni más ni menos que Rafael Correa, el hasta hace poco
poderoso presidente de Ecuador. Moreno tomó posesión de la Presidencia el
24MAY17, cargo al cual llegó de la mano de Correa.
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Lenín Moreno está adelantando lo que califica como
“diálogo nacional”, con el cual busca reducir las fuertes tensiones políticas
incluso con amplios sectores de la izquierda, lo que le ha valido primero la
molestia y ahora la abierta crítica pública de Correa quien ya lo acusa de
“corrupción” y “traición”. Hasta la fecha, Moreno ha indultado a media docena
de dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador,
quienes permanecían presos por participar en protestas contra los planes de
minería impulsados por Correa en la Amazonía. En las últimas semanas, el
presidencial Palacio de Carondelet ha vivido un cambio en la lista de los
invitados que son recibidos por el Presidente. Moreno, acompañado de sus
ministros, está recibiendo a dirigentes indígenas, empresarios, mandatarios
locales y dirigentes políticos opositores, incluyendo a los excandidatos
Cynthia Viteri, Paco Moncayo y Dalo Bucaram. En Quito se da como un hecho el
pronto encuentro entre Moreno y su principal rival electoral, el empresario
Guillermo Lasso.
“Seguimos empeñados en
reconciliar al país. Para el odio, no cuenten conmigo”, tuiteó Moreno el
05JUL17, para gran malestar de Correa quien ese mismo día escribió en su
virulenta cuenta de Twitter: “nuestra Revolución es una revolución de amor, no
de odio, pero jamás debemos olvidar con quién nos sentamos a la mesa, a riesgo
de legitimar a los que saquearon a nuestro país”. Correa aspiraba a tutelar
desde Europa al gobierno de quien fue su Vicepresidente y que ahora busca dar
cuerpo propio a su mandato. El “socialismo del siglo XXI” de Moreno no parece ser
el mismo que ejecutó Correa y ya en Quito comienza a sentirse un cambio en la
atmosfera política.